martes, 16 de abril de 2013

LA VIRGEN DEL ROSARIO, ALCALDESA HONORARIA Y PERPETUA DE GÁDOR




·       La Patrona recibe el bastón de mando de regidoras de la Villa, en señal del cariño y devoción que le profesan los gadorenses

·       El Obispo de la Diócesis de Almería oficia el solemne acto de proclamación en la Iglesia de Santa María de la Villa de Gádor


        LAEDICION.NET.- El alcalde de Gádor, Eugenio Gonzálvez García, ha entregado hoy a la Santísima Virgen del Rosario, el bastón de mando, que la convierte en la alcaldesa honoraria y perpetua de la Villa de Gádor, testimoniando así el cariño, la especial devoción y fervor que los gadorenses siente por su Patrona.

 

      El solemne nombramiento, que ha tenido lugar en la Iglesia Parroquial de Santa María de la Villa de Gádor, en el transcurso del acto litúrgico oficiado por el Obispo de la Diócesis de Almería, Adolfo González Montes, se iniciaba dando lectura al del acuerdo plenario  adoptado por la Corporación Municipal con fecha de 8 de abril de 2013 por el que se nombra a la Virgen del Rosario alcaldesa honoraria a perpetuidad; así como al escrito por el que el Obispado de Almería aceptando con agrado y satisfacción dicha proclamación.

 

    Este nombramiento se justifica por el especial cariño y fervor que la Villa de Gádor siente por su Patrona,  por ser “un referente de devoción y culto en el sentir popular y en la historia de la Villa de Gádor, cuyo patronazgo arrancan del año 1573.”   

 

    En atención a los merecimientos que han sido reiteradamente reconocidos por los vecinos de Gádor, su Corporación Municipal, considerando el enorme fervor popular de la que es objeto  la imagen de la Santísima Virgen del Rosario, “le quiere agradecer todo lo que Ella ha hecho por Gádor y los gadorenses, nombrándola Alcaldesa Honoraria  y Perpetua de la Villa de Gádor, como una humilde prueba de gratitud por los inmensos favores recibidos de nuestra venerada Patrona”.

 

    Acto seguido el alcalde de la Villa de Gádor, Eugenio Gonzálvez García, acompañado por el Obispo, se ha acercado hasta la imagen de la Santísima Virgen del Rosario para hacerle entrega del bastón de mando, diploma acreditativo, medalla de concejal e insignia,  como establece  el Reglamento de Honores y Distinciones  del Ayuntamiento y los numerosos gadorenses que abarrotaban el templo parroquial han tributado a su Patrona un cálido y prolongado aplauso.

 

  Después el alcalde de Gádor, Eugenio Gonzálvez, ha dado lectura posteriormente al Decreto de Alcaldía de fecha 8 de abril de 2013, por el que se concede el escudo de oro de la Villa de Gádor al Obispo de la Diócesis, Adolfo  González, en agradecimiento y consideración al especial cariño y dedicación mostrada con el pueblo de Gádor, su parroquia y sus vecinos en estos once años que lleva al frente de la Diócesis de Almería. Un reconocimiento, que a través de su persona se ha querido hacer extensivo a la importante labor que está desarrollando la Iglesia, especialmente estos momentos de dificultad, para atender a los más necesitados.

 

 “Los gadorenses –dijo Gonzálvez--  estamos muy agradecidos por la especial deferencia que siempre ha tenido hacia nosotros y queremos que lleve Gádor los más cerca de su corazón como muestra de nuestro cariño y respeto”.

 

   El obispo por su parte  agradeció de todo corazón este escudo, que “recibo con humildad y que entiendo –señaló--, que es un reconocimiento a la labor de la Iglesia. Por ello pido desde aquí a la Santísima Virgen que me ayude a continuar desarrollando el ministerio que me ha encomendado”.

 

  El acto solemne se cerró con unas palabras del cura párroco, Victoriano Montoya, anunciando a los presentes que en unos días Gádor se quedará “huérfana”, ya que la Virgen del Rosario parte hacia Granada para ser restaurada, junto a la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que estructuralmente también se encuentra muy deteriorado.

 

      Asimismo anunció que con motivo de este  nombramiento de la Virgen se ha pensado hacerle el regalo de una corona para que la luzca en los actos más solemnes, para lo cual se va a iniciar una recolecta de todos aquellos fragmentos de plata en desuso o deteriorados para poder hacérsela.


    

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