lunes, 3 de junio de 2013

Siempre Así llevó la alegría, el ritmo y el arte al Auditorio Maestro Padilla




LAEDICION.NET.-Los sevillanos celebraron el viernes en Almería sus 20 años de trayectoria con un concierto que duró mas de dos horas Alegría, ritmo, diversión, talento, maestría y arte a raudales invadieron el viernes el Auditorio Maestro Padilla de la capital de la mano del grupo Siempre Así. Los sevillanos llegaron a Almería en el marco de una gira nacional con la que están celebrando su 20 aniversario y ofrecieron un espectáculo en el que se dejaron el alma.

Y es que el concierto que se vivió en el Maestro Padilla, de más de dos horas de duración y que nadie quería que acabar nunca, permitió un repaso por los temas más conocidos de este grupo sevillano, que ya lleva a su espalda un total de doce trabajos publicados, y descubrir algunas curiosidades poco conocidas.

Así, Rafa Almarcha, fundador de Siempre Así, explicó que su abuela era de Cuevas del Almanzora, "además mi abuela es mi segunda madre porque me he criado con ella". En cuanto al repertorio, entre los numerosos temas que interpretó este grupo que nació en el Barrio de Triana, donde formaban parte del Coro de Triana, estuvieron letras muy conocidas como Vivir Amándonos, Qué será de mi, Para volver a volver, Se me va, A mi manera o la que da nombre al grupo Siempre Así.

Las más de dos horas de concierto también dejaron tiempo para que este grupo sevillano interpretara los dos temas que César Cadaval, el mayor de Los Morancos, compuso para este grupo como Completamente tieso. Asimismo, también sonó sobre las tablas del auditorio el tema 19 días y 500 noches de Sabina, que Almarcha desveló que en principio comenzó a componer el artista para 'Siempre Así' a petición del presidente de la discográfica que compartían, pero que cuando estuvo finalizada Sabina decidió finalmente grabar él mismo.

El ritmo no faltó durante todo el espectáculo y era tal la alegría que desprendieron los artistas que el público no pudo permanecer mucho tiempo sentado y los asistentes no dudaron en levantarse de sus butacas y bailar y palmear al ritmo de la música. Los pasillos del auditorio se convirtieron en escenario de baile para algunos de los asistentes.

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