La víctima fue abordada y llevada por la fuerza hasta la instalación agrícola donde la penetraron varias veces
La sentencia impone al único procesado una pena de 13 años de cárcel como autor material y dos de siete años como cooperador necesario para la comisión de sendos delitos, además de un indemnización en concepto de daño moral de 12.000 euros, si bien establece que límite de cumplimiento de condena será de 20 años. Desestima, no obstante, considerar los hechos constitutivos de violación ya que, según sostiene, no consta que fuese consciente de que la víctima padecía un trastorno de esquizofrenia, con inteligencia límite y un grado de minusvalía reconocido del 70 por ciento, que "no es apreciable a simple vista". Señala, asimismo, que, debido a la nacionalidad marroquí del acusado, no podía entender lo que le decía.
La joven de 29 años fue abordada por los otros dos implicados, a quienes conocía de vista, poco antes de las 22:00 horas del 10 de junio de 2006 mientras esperaba a su hermano. Tras intercambiar unas palabras, ambos hombres le invitaron a que los acompañase a un invernadero cercano, a lo que ella se negó. Una vez allí, conducida por la fuerza, se encontró con el acusado y dos desconocidos más, que la invitaron a tomar unas cervezas. En el relato que, "aunque con cierta simpleza", desgranó de forma coherente ante el tribunal, aseguró que fue ese mismo presentimiento el que le llevó a intentar abandonar el invernadero con la excusa de tener que ir a orinar poco después, al quedarse sola junto a los que finalmente serían sus tres agresores. Estos le "cerraron entonces el paso" y, mientras el procesado continuaba presente, mirando y riendo para "intimidarla", uno de los otros dos individuos, a la vez que le preguntaba si quería pelea, la tiró al suelo, le bajo los pantalones y la penetró analmente.
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