La Junta contabiliza 91 actuaciones en todas las provincias, en las que el Gobierno regional aporta el 54% de la inversión • Griñán pide que se mimen los recursos naturales "para no matar la gallina de los huevos de oro"
REDACCIÓN.-D.M.-O se avanza o se muere. Máxime en un momento en el que todos los Estados, en plena crisis económica, han descubierto que el turismo deja mucho dinero en las arcas locales y, encima, es agradecido. La competencia es enorme y cualquier pequeño municipio de cualquier parte del mundo es capaz de inventar lo que sea con tal de crear una oferta turística y captar viajeros. Y muchos lo están consiguiendo, sobre todo si tienen alguna playa cerca.
La variedad de la oferta turística andaluza es incuestionable y conocida en todo el planeta. De hecho, el año pasado llegaron a la comunidad 25,1 millones de viajeros que realizaron 44 millones de pernoctaciones y se gastaron 17.140 millones de euros, el 12,5% del PIB regional. Sin embargo, el sector turístico andaluz no se puede dormir en los laureles porque corre el riesgo de quedarse fuera. La Junta de Andalucía, los ayuntamientos, los empresarios y el resto de instituciones políticas son conscientes de ello y, en estos momentos, están inmersos en el desarrollo de 91 actuaciones repartidas por todas las provincias andaluzas que suponen una inversión global de 890 millones de euros, en los que la Junta aporta el 54%.
La Consejería de Turismo, Comercio y Deporte organizó ayer en Málaga unas jornadas, llamadas Planificación Turística. Presente y Futuro en las que, por una parte, se dieron a conocer todos estos proyectos y, por otra, se intentó unir a los principales agentes turísticos andaluces con el objetivo de que se conocieran y obtener una mayor sinergia.
El consejero de Turismo, Luciano Alonso, fue el encargado de inaugurar la jornada y lanzó varios mensajes claves. El primero es que no basta con tener el sol, la playa, la Alhambra o la Mezquita sino que hay que ofrecer una oferta de ocio alternativa. En su opinión, "no estamos mimando al ocio como elemento fundamental y lo digo con tristeza porque, por ejemplo, no es posible que no tengamos un buen producto de flamenco en una provincia como Málaga que aglutina el 39% de la oferta hotelera de la comunidad". Alonso lamentó que en la región no se encuentra, en muchos casos, una "oferta genuina" y consideró "fundamental" que se recuperen esos espacios escénicos.
En segundo lugar, el consejero de Turismo advirtió a los presentes -en torno a un centenar de personas- que el turismo no se sustenta ya sólo en la promoción "sino que hay que tener detrás una buena oferta" y recordó que "el turista del siglo XXI es independiente, está más informado, utiliza las nuevas tecnologías, es más exigente y ya no se deja influir por el catálogo de los touroperadores". "Exige calidad y excelencia en el destino y si no lo encuentra no vuelve", apostilló.
La jornada fue clausurada por el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, quien también aprovechó la ocasión para hacer algunas peticiones al sector. La primera es que se cuiden, "que se amen", más los recursos naturales de cada territorio "porque ahora mismo tenemos la gallina de los huevos de oro con una región con una oferta muy diversa y bien comunicada pero se puede matar esa gallina". También reclamó que haya una oferta profesional más cualificada porque, en su opinión, "no es normal que falten camareros", a la vez que consideró prioritario una mayor inversión en I+D "porque de ello depende la competitividad de hoy y del futuro". Griñán explicó a su vez que la función del sector público, si bien está interviniendo en la creación de segmentos turísticos, debería dirigirse más hacia la creación de infraestructuras que acerque más los territorios.
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