REDACCIÓN D.M.-. Nunca es tarde para el amor. Es el sentimiento más incontrolable de cuantos hay, quizás por eso las opiniones y sensaciones de Belén Esteban y Fran Álvarez pueden cambiar con el paso de los días
En ocasiones no es suficiente amar ante las adversidades. A veces no es bastante con querer sin contemplaciones. En la mayoría de los casos, las circunstancias ambientales juegan un papel más que importante. Es lo que, quizás, ha ocurrido en el matrimonio de Belén Esteban y Fran Álvarez que estos días vive su momento más tenso. La colaboradora de ‘Sálvame’ y el camarero ya han firmado los papeles de separación y parecen dispuestos a finiquitar una historia que parecía idílica: “Yo he firmado porque no me quiero oponer a nada de lo que me pida Belén. Vino un pasante de Ricardo Ibáñez Castresana y acabé con este follón”, me aclara un Fran cuya voz suena igual de triste y amarga como hace unos días. Me cuentan que el joven desea volver a ver a Belén para mantener con ella una charla tranquila y sosegada. Él conoce a la perfección el pronto que caracteriza a la de San Blas y, de alguna manera, cree que es mejor esperar a que ella esté dispuesta a conversar. De las palabras de Fran se desprende que no tiene intención alguna de dañar a la Esteban. Sus argumentos giran en torno al respeto y la calma, pues parece que su único interés es que las aguas bajen algo menos revueltas en el epicentro de su relación. No pretende que su matrimonio acabe convirtiéndose en una sonada enemistad que dance por todos los programas de televisión manifestada en enfrentamientos constantes. Álvarez prefiere guardar las apariencias e intentar que la situación no le sobrepase y afecte a otros ámbitos de su vida.
A pesar de que Belén parece haber puesto el punto final a su matrimonio, lo cierto es que el amor que aún se profesan podría cambiar el rumbo de sus ideas. Hace unas horas que oficialmente ya no son marido y mujer, pero Fran parece confiar en que las cosas cambiarán en un futuro no muy lejano. Quizás no se entregó lo suficiente durante su idilio, pero no está dispuesto a dejar escapar a la mujer que le ha hecho tan feliz durante tanto tiempo. Durante mi conversación con el amable mozalbete, Álvarez se muestra muy sincero. Cuando le pregunté por la posibilidad de que entre él y Belén haya una próxima estación, es tajante: “¿Reconciliación? No depende de mí”. Sé que el romanticismo y el amor vencerán. El amor es intenso e incontrolable. Al tiempo.
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