lunes, 2 de agosto de 2010

El Ayuntamiento de Cuevas investiga la ‘desaparición’ de una parcela de 250.000 m2 que podrían valer 75 millones

El juzgado de lo contencioso administrativo número 3 ha dictado una sentencia que obliga al Ayuntamiento a localizar y, en su caso, recuperar 25 Has. adquiridas por el Consistorio en 1934
LAEDICION.NET.-D.M.-Nada menos que 25 Has., 250.000 metros cuadrados de suelo, que hoy podrían tener la calificación de urbano consolidado, no aparecen en el inventario de bienes del Ayuntamiento de Cuevas del Almanzora, aún siendo éste su legítimo propietario. A precios actuales, tal superficie podría alcanzar el valor de casi 75 millones de euros, una fortuna que multiplica por seis el presupuesto actual del Consistorio, que sólo a los bancos debe en estos momentos 11.374.000, lo que le sitúa, de acuerdo a este ratio, en el sexto más endeudado de la provincia y en el 372 de España.

La iniciativa, que se ejerce como Acción Pública –cualquier ciudadano puede hacerla en defensa del bien general-, parte del letrado Marcos Sánchez Adsuar, uno de los integrantes del gabinete jurídico ‘Sánchez Adsuar Abogados Urbanistas, SL’.

Patrimonio del pueblo

En cualquier caso, Adsuar presentó el 27 de noviembre de 2008 escrito en el Ayuntamiento de Cuevas interesándose por el paradero de 250.000 m2 propiedad del Consistorio, es decir, del pueblo de Cuevas. Transcurridos casi cuatro meses, y ante el silencio de la administración local, que tenía 90 días para contestar, el 16 de marzo de 2009 el abogado presenta nuevo documento interpretando que el silencio administrativo municipal no es otra cosa que la desestimación de su petición, lo que hace que Sánchez Adsuar se dirija a los tribunales. Lo hace el 15 de junio de 2009.

Sólo dos días después, el 17 de junio, el juzgado de lo contencioso-administrativo número 3 de Almería acuerda solicitar al Ayuntamiento el expediente con los escritos de la Acción Pública, es decir, los presentados por el abogado, y éste presenta un contencioso el 22 de septiembre de 2009.

Sánchez Adsuar reflejó tanto en los documentos registrados en el Ayuntamiento de Cuevas como en el contencioso formalizado en el juzgado, su deseo de que el Consistorio iniciara el correspondiente expediente de investigación y, en su caso, recuperación de “un bien municipal adquirido en 1934”. Se trata de una finca que el Ayuntamiento escrituró en tiempos de la República, mediante documento público formalizado “el 29 de julio de 1934” ante el entonces notario de Cuevas Félix Pablo Gundín”, con número de protocolo 261.

El 29 de septiembre de 2009, el juzgado dio traslado al Ayuntamiento cuevano de las acciones jurídicas interpuestas por Marcos Sánchez Adsuar, recibiéndose en respuesta un escrito municipal en el que se allanaba –aceptaba sin reparos- ante lo demandado en dichas acciones y asumía el cumplimiento de lo que le requería la Acción Pública, que no era otra cosa que investigar el paradero de la citada finca.

Dispuesta la parte demandante –Marcos Sánchez Adsuar- a pleitear el asunto, y la otra –el Ayuntamiento- a no hacerlo y a aceptar lo exigido por el abogado, el titular del juzgado, el magistrado Jesús Ribera, dictó sentencia el 11 de diciembre de 2009 “de conformidad a las pretensiones del demandante”.

En el fallo, el juez Ribera da por estimado el contencioso-administrativo y ordena a la Corporación Local de Cuevas “que proceda a la incoación del correspondiente expediente de investigación y, en su caso, recuperación de la finca” comprada por el Ayuntamiento hace 76 años, la cual no aparece hoy en el inventario de bienes patrimoniales del pueblo de Cuevas, sin que se tenga noticia de que dicha propiedad haya sido vendida o permutada en todo este tiempo.



Terreno para un aeródromo militar

Según la documentación que maneja el abogado Marcos Sánchez Adsuar, la compra de la finca ‘desaparecida’ fue aprobada unánimemente por el pleno del Ayuntamiento de Cuevas el 1 de enero de 1934, por la cantidad de 6.000 pesetas. Se trataba de una propiedad de Francisco Soler con forma de cuadrado, cuyas dimensiones eran 500 por 500 m2, es decir, 250.000 m2, o lo es que lo mismo, 25 Has. El concejal autorizado por el pleno para formalizar la compra fue el síndico Antonio Fernández Martínez, que actuó en nombre del Ayuntamiento, entregó la cantidad pactada y estampó su firma en la escritura de compra-venta realizada por el notario de Cuevas Félix Pablo Gundín, el 29 de julio de 1934.

La adquisición municipal respondía a una petición del Ministerio de la Guerra del Gobierno de la República, que solicitó la colaboración del Ayuntamiento para que le cediera terrenos suficientes, a fin de construir un aeródromo militar o “campo de vuelo”.

Éstos son, por ahora, los únicos datos que han trascendido a nuestra redacción de cuantos maneja el letrado. No obstante, la finca, aún siendo comprada y cedida en ese mismo acto notarial al Ministerio de la Guerra, nunca llegó a cumplir su cometido, dado que el proyecto de aeródromo jamás se llevó a cabo.

No hay, de momento, más pistas sobre este suelo, ya que jamás llegó a ser inscrito en el inventario del patrimonio cuevano. No obstante, Sánchez Adsuar no descarta que dicho terreno podría formar parte hoy de alguna importante urbanización construida recientemente en Cuevas del Almanzora. De ser cierto, el Ayuntamiento podría enfrentarse a la tarea de denunciar apropiación indebida e iniciar los trámites para recuperar ese suelo o, en su defecto, ser convenientemente compensado. No olvidemos que estamos hablando de una propiedad pública municipal que hoy podría estar calificada de urbana consolidada y cuyo valor rondaría los 75 millones de euros.

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