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Redacción.-Hace poco tiempo se repuso en televisión la película 800 Balas de
Alex de la Iglesia, sin duda el mejor homenaje que ha podido hacer la industria
cinematográfica a la desaparecida meca del cine en que se convirtió Almería en
los años 1960 y 70. Ahora solamente quedan recuerdos de los momentos de oro que
vivió el cine en estas tierras.
Uno de los mejores
es Fort Bravo, el poblado en que precisamente se rodó 800 Balas con el
malogrado Sancho Gracia como protagonista. Allí queda todavía, entre las
paredes de los viejos decorados, la esencia de lo que el maravilloso salvaje
oeste fue y el cine que lo revivió. Fort Bravo está abierto todo el año y es
una oportunidad única para sentirse por unas horas como el auténtico Jhon
Wayne. Los espectáculos reviven aquella gloriosa y difícil época de pistoleros,
comisarios, bandoleros, caballos, carretas, tiros y más tiros.
“¿De quién es el
caballo que hay fuera?”, pregunta el bandido al entrar en el saloon. “Es de
éste de aquí. De Jorge”. Jorge es un espectador del público que acaba de verse
envuelto en un tiroteo. No tiene caballo ni nada parecido, pero ha entrado
súbitamente en el viejo oeste americano mientras estaba con su mujer y sus
hijos pasando el día. Varias veces al día los especialistas, haciendo el papel
de fugitivos, atracadores de bancos, cantineros, mexicanos o las chicas del
saloon -bailando el can can- representan el espectáculo para que los turistas
oigan los disparos, vibren con sus caídas desde los tejados -con más de un
hueso roto- o vean al bandido humillado por el sheriff arrastrado por el
pedregal mientras una cuerda atada a un caballo le empapa de tierra y sudor.
Son escenas de película realizadas por
especialistas, que se han visto en el cine mil veces y que los turistas saben
apreciar. Pero hay un punto de mucho humor.
Los diálogos son
verdaderamente desternillantes, porque el atraco al banco se puede retrasar
esperando un bocata de chorizo de Mercadona, ya que Billy no acaba de llegar; o
para hablar con el sheriff es mejor enviarle un mensaje con el móvil. O cuándo
el bandido pregunta dónde está el oro la banda le contesta “el loro está en la
jaula”, obligándole a chillar “¡¡el oro, idiota, he dicho el oro, no el
loro!!”. Siempre con una botella en la mano los malos son malos de verdad, pero
no se descarta que cuando el jefe dice “coged los caballos”, la banda intente
levantar a pulso las bestias. “Que montéis, no que los levantéis con los
brazos, imbéciles”. Son las cosas de Fort Bravo, toda una aventura en la que
sumergirse para volver a los años 1800, disfrutar
del alquiler de cabañas, disfrutar de la barbacoa del restaurante, bañarse en
la piscina, pasear en carro gratis o realizar rutas a caballo entre otras
actividades. Todo preparado para pasar un día maravilloso, donde sin duda son
los niños los más beneficiados. Fue el mítico Sergio Leone quien descubrió
estas tierras para el cine en los años sesenta.
Desde entonces se
han rodado infinidad de películas en el desierto de Tabernas, como Lawrence de
Arabia, El bueno, el feo y el malo o Los siete magníficos, y más recientemente
Los Dalton y Lucky Luke o Blueberry. Continuamente el poblado es utilizado para
el rodaje de anuncios o cortometrajes utilizando las calles del poblado
mexicano, el saloon, la cárcel, el banco... Por allí han rodado los mejores
actores del mundo, que han dejado su firma y fotografías en las paredes de los
decorados. Peter O´Toole, Clint Eastwood, Lee Van Cleef, Eli Wallach, Yul
Brynner, Steve McQueen, Claudia Cardinale, Henry Fonda, Carmen Maura, Harrison
Ford, Charles Bronson... la lista sería interminable. Todavía se recuerdan por
ejemplo los chistes de Chiquito de la Calzada durante el rodaje de Condemor,
toda una hilarante parodia del mundo del oeste.
Pero son los
especialistas los que no dejan morir Fort Bravo, un escenario que seguro dentro
de algunos años volverá a vivir otra época dorada, porque su categoría así lo
merece. Ellos reviven día a día los espectáculos para que el sueño no despierte
y el oeste americano siga siempre vivo. disfrutar del alquiler de cabañas,
disfrutar de la barbacoa del restaurante, bañarse en la piscina, pasear en
carro gratis o realizar rutas a caballo entre otras actividades. Todo preparado
para pasar un día maravilloso, donde sin duda son los niños los más
beneficiados. Fue el mítico Sergio Leone quien descubrió estas tierras para el
cine en los años sesenta.
Desde entonces se
han rodado infinidad de películas en el desierto de Tabernas, como Lawrence de
Arabia, El bueno, el feo y el malo o Los siete magníficos, y más recientemente
Los Dalton y Lucky Luke o Blueberry. Continuamente el poblado es utilizado para
el rodaje de anuncios o cortometrajes utilizando las calles del poblado
mexicano, el saloon, la cárcel, el banco... Por allí han rodado los mejores
actores del mundo, que han dejado su firma y fotografías en las paredes de los
decorados. Peter O´Toole, Clint Eastwood, Lee Van Cleef, Eli Wallach, Yul
Brynner, Steve McQueen, Claudia Cardinale, Henry Fonda, Carmen Maura, Harrison
Ford, Charles Bronson... la lista sería interminable. Todavía se recuerdan por
ejemplo los chistes de Chiquito de la Calzada durante el rodaje de Condemor,
toda una hilarante parodia del mundo del oeste.
Pero son los
especialistas los que no dejan morir Fort Bravo, un escenario que seguro dentro
de algunos años volverá a vivir otra época dorada, porque su categoría así lo
merece. Ellos reviven día a día los espectáculos para que el sueño no despierte
y el oeste americano siga siempre vivo. un dedo para acabar de caer al suelo.
Como en 800 Balas, una película que sin duda fue el mejor homenaje que ha podido
hacer la industria cinematográfica española a la desaparecida meca del cine en
que se convirtió Almería en los años 1960 y 70. Ahora solamente queda recordar
los momentos de oro que vivió el cine en estas tierras y esperar, trabajando
para ello, a que vuelvan. Fort Bravo es la mejor oportunidad para ser John
Wayne por un día.
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