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Redacción.-Un matrimonio de la céntrica calle Princesa Cristina en Roquetas de
Mar se vio sorprendido por una serpiente pitón al regreso a su vivienda tras
pasar el fin de semana fuera, lo que produjo la natural alarma y rápidamente en
medio de una profunda angustia fueron avisados la policía y bomberos que
contactaron con la protectora de animales y consiguieron recoger el reptil.
Un día después de
los hechos, la señora del matrimonio siguen angustiada y casi sin articular
palabra por el gran suto que se llevó al abrir la puerta y ver toda la vivienda
revuelta sin alcanzar a entender que pudiera estar habitada por un reptil de
tres metros y medio con considerable grosor que se les quedó mirando,
posiblemente sorprendida igualmente, cuando vio a los moradores de la vivienda
dispuestos a hacerles compañçia aunque fuese por el menor tiempo posible porque
la convivencia se hacía imposible.
No así al vecino de
la cuarta planta del céntrico edificio La Aduana, frente a la Jefatura de la
Policía Local, que cuidaba del reptil con el que convivía y hacía su vida en el
cuarto de baño, y todo parece indicar que escapó por la cañería del cuarto de
aseo hasta llegar a la primera planta y alojarse en la vivienda donde pasó el
fin de semana. Rápidamente el matrimonio llamó a la Policía Local y a los
bomberos que hicieron acto de presencia rápidamente y requirieron la presencia
de empleados de la Protectora de Anoimales que fueron los que finalmente se
hicieron cargo del animal.
LOS
PITÓNIDOS
Los pitónidos o
pitones (Pythonidae) son una familia de serpientes constrictoras. Otras fuentes
consideran este grupo una subfamilia de la familia de las boas (Boidae)
(subfamilia Pythoninae).[1] Las pitones se pueden distinguir de las boas en que
tienen dientes en el premaxilar, un pequeño hueso en la parte frontal de la
mandíbula superior. La mayoría de las boas dan a luz crías vivas, mientras que
las pitones ponen huevos. A algunas especies de boas de arena (subfamila
Ericinae) se les llama erróneamente pitones.
Comportamiento
Morelia spilotaLas pitones, igual que sus parientes cercanas las boas, son serpientes constrictoras, y por definición, no venenosas. Normalmente atacan, emboscadas, a animales que pasan cerca. Matan a sus presas por asfixia, agarrándola primero con la boca y enrollando rápidamente su cuerpo alrededor de ellas. Una vez así, se ejercen presiones altas sobre las costillas y pulmones de su presa, que de este modo no pueden inhalar. A pesar de que la presa puede sufrir también problemas de circulación, especialmente si la serpiente presiona mucho alrededor de su cuello, la muerte por asfixia se produce habitualmente mucho antes. En contra de la creencia popular, estas serpientes tampoco estrujan o aplastan a sus presas, y cuando matan a una de tamaño normal, en la gran mayoría de los casos la presión que ejerce la serpiente no es suficiente para romper ningún hueso.
Morelia spilotaLas pitones, igual que sus parientes cercanas las boas, son serpientes constrictoras, y por definición, no venenosas. Normalmente atacan, emboscadas, a animales que pasan cerca. Matan a sus presas por asfixia, agarrándola primero con la boca y enrollando rápidamente su cuerpo alrededor de ellas. Una vez así, se ejercen presiones altas sobre las costillas y pulmones de su presa, que de este modo no pueden inhalar. A pesar de que la presa puede sufrir también problemas de circulación, especialmente si la serpiente presiona mucho alrededor de su cuello, la muerte por asfixia se produce habitualmente mucho antes. En contra de la creencia popular, estas serpientes tampoco estrujan o aplastan a sus presas, y cuando matan a una de tamaño normal, en la gran mayoría de los casos la presión que ejerce la serpiente no es suficiente para romper ningún hueso.
Gran parte de las
pitones se alimentan de animales de "sangre caliente", como pájaros y
mamíferos, aunque se sabe de especies que capturan también otros reptiles
(incluyendo otras serpientes), anfibios y peces. El tamaño de las presas varía
enormemente, pero suelen ser de pequeño tamaño (las especies grandes consumen
animales del tamaño de un gato doméstico). Las presas grandes están también a
su alcance; algunas especies asiáticas de gran tamaño pueden matar cérvidos
adultos, y se ha señalado que la pitón de Seba (Python sebae) se alimenta
ocasionalmente de gacelas. Las pitones, como el resto de las serpientes,
engullen completamente a sus presas y la digestión dura varios días. Si la
presa es de gran tamaño, puede requerir incluso varias semanas.
A pesar del tamaño
de algunas especies, el ser humano se encuentra fuera del tamaño habitual de
sus presas, por lo que generalmente son inofensivas, excepto si se las asusta o
provoca. Las hembras pueden comportarse de forma más agresiva si están protegiendo
los huevos. Por el contrario y de forma desproporcionada en relación al peligro
que suponían, el hombre ha cazado incesantemente a las pitones hasta llevar a
algunas especies, como la pitón india (Python molurus) al borde de la
extinción.
Reproducción
A diferencia de las boas, las pitones son ovíparas (ponen huevos). Agrupan la puesta y se enroscan alrededor para controlar la temperatura. Al ser animales ectotermos no pueden incubar a sus huevos con su temperatura corporal habitual. Para elevarla, contraen espasmódicamente su cuerpo (a modo de escalofrío) alrededor de la puesta. Este es uno de los pocos comportamientos parentales documentados en serpientes. Pueden vivir hasta 35 años.
A diferencia de las boas, las pitones son ovíparas (ponen huevos). Agrupan la puesta y se enroscan alrededor para controlar la temperatura. Al ser animales ectotermos no pueden incubar a sus huevos con su temperatura corporal habitual. Para elevarla, contraen espasmódicamente su cuerpo (a modo de escalofrío) alrededor de la puesta. Este es uno de los pocos comportamientos parentales documentados en serpientes. Pueden vivir hasta 35 años.
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