La mujer del asesino de Mari Luz Cortés declara desde los juzgados de la capital

Llegó al Juzgado de lo Penal 4 junto a su abogado para hacer la videoconferencia Está interna en un sanatorio mental de la ciudad

LAEDICION.NET.-Isabel García, la mujer de Santiago del Valle que condenado por el asesinato de la niña Mari Luz Cortés en el año 2008, acudió ayer al Juzgado de lo Penal número 4 de Almería, en la Ciudad de la Justicia, para declarar a través de videoconferencia en una vista que se celebraba en el Juzgado de lo Penal número 2 de Huelva y en la que está acusada de falso testimonio en el juicio donde responsabilizó de los hechos a su cuñada, Rosa del Valle, y eximió a su marido. La vista pretendía ser un careo entre ella y su cuñada pero Isabel García se acogió a su derecho de no prestar declaración, probablemente aconsejada por su abogado.

La acusada compareció en la vista judicial a través de videoconferencia desde los juzgados de Almería capital puesto que está internada en un sanatorio mental de la ciudad desde hace ya más de un año. Llegó acompañada de su abogado a las 12:00 horas y aseguró que "no recuerda nada de lo que testificó en el juicio" en el que acusó a su cuñada. En el acto, además de Rosa del Valle, como perjudicada, ha testificado el perito que realizó el informe psicológico y psiquiátrico a Isabel García en 2008 en relación con la muerte de la menor. Este perito ha ratificado su informe y ha reconocido que la mujer de Santiago del Valle sufre un leve retraso mental y un trastorno de personalidad inespecífico motivado por una dependencia emocional hacia su marido. Sin embargo, ha precisado que ello no le supone un menoscabo de su capacidad volitiva, pues "sabe lo que quiere y distingue entre la verdad y la mentira".

Rosa del Valle, que prestó declaración como perjudicada también por videoconferencia desde la cárcel de Alcolea donde permanece desde que fue condenada a cumplir 9 años de cárcel por ser cómplice de su hermano Santiago del Valle en la muerte de Mari Luz, indicó que las relaciones con su cuñada eran "regulares" y precisó que lo que aquella declaró era "una mentira para hacerle daño".

Asimismo, ha señalado que "nunca le ha hecho una confidencia" a Isabel García y que no habló con ella de lo sucedido con la pequeña Mari Luz, al tiempo que ha aclarado que no dijo nada durante "la última palabra" a la que todo acusado tiene derecho al final del juicio porque su abogado iba a pedir que se dedujera testimonio de la declaración de Isabel García.