lunes, 4 de marzo de 2013

La ley de dependencia se esfuma en Valencia


LAEDICION.NET.- En marzo del año 2006 se presentó en España una ley dirigida para las personas dependientes de este país por discapacidad, enfermedad crónica o vejez. Unos meses más tarde esta ley confeccionada por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero fue aprobada por el Consejo de Ministros y posteriormente por el Congreso de los Diputados. Esta novedosa ley era esperanzadora para los más dependientes que precisaban de ayuda para facilitar sus vidas cotidianas. Pero con el paso del tiempo la han ido manipulando en unas autonomías más que en otras según sus gobernantes. Los mandamases de la Comunidad Valenciana también han manejado esta innovadora ley a su antojo.
Con la crisis económica que está atravesando este país, la Ley de Dependencia se ve sometida a duros recortes, afectando a varios sectores sociales como la discapacidad, la sanidad o la educación. En Valencia los manifestantes reivindicaban sus derechos, mientras las desmesuradas porras de los policías golpeaban los cuerpos reivindicativos que desbordaban las calles levantinas en cada una de las manifestaciones producidas desde hace justo un año.
Actualmente, la situación poco ha cambiado, desgraciadamente está peor. Las tasas de las matrículas universitarias están caras, la privatización de la sanidad se ha hecho realidad y siguen recortando las prestaciones de la ley de Dependencia. Este último recorte para los dependientes valencianos ha traspasado los niveles de indignidad, rebajando a muchos dependientes hasta un 80 % de la cuota mensual percibida sin notificación previa ninguna, lo que agrava aún más la rebaja efectuada. Vake, un dependiente y universitario criado en Benetússer, está siendo damnificado por todos los sectores. La cantidad mensual percibida le ha sido rebajada un 55 %, las medicinas que consume tiene que pagar un 40 % de lo que cuesta cuando antes era gratis y por último la “Wertgüenza” que está sometiendo a nuestra reforma educativa el Ministro de Educación español.
Hace unas semanas Vake asistió a la última manifestación tras el novísimo “recorte sorpresa” que ha sido sometida la ley de Dependencia. La plaza de Manises, a las puertas del “Palau de la Generalitat”, se abarrotó de “ruedas reivindicativas” reclamando sus derechos por una vida sobre ruedas normalizada. Vake pudo apreciar la prepotencia e indignidad que se contemplaba en el sector de la Discapacidad valenciana. Además observó que este desfavorecido sector en este país se hizo notar más que otros sectores teóricamente también perjudicados por los recortes sociales, como por ejemplo el de la Tercera Edad. Con esta indagación del Vake respeto a la manifestación, la especulación del poder político en busca del voto toma fuerza. En Valencia hay más ancianos que discapacitados por lo que los recortes son diferentes según el sector.
Mientras, el poder político valenciano se dedica a salvar al Valencia Club de Fútbol por un módico precio de 4,8 millones de euros o avalando con 24 millones de euros por la continuidad del Gran Premio de F1 en Valencia.
La solución de esta “situación insostenible” pasa por el cambio de la política social que está llevando a cabo el gobierno valenciano y destinar el dinero a la sanidad, educación y otros asuntos sociales. Valencia es lo más parecido a una manzana llena de gusanos, podrida por dentro y bonita por fuera. Vamos todos a sanearla eliminando a todos los gusanos chupópteros, antes de que nos quiten hasta el derecho de vivir con dignidad.  Hay muchas formas de ser discapacitado, la más peligrosa es la de no tener corazón.
José Vaquerizo


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