Celebra sus fiestas patronales con una gran variedad de actividades
LAEDICION.NET.-Este fin de semana San José celebra
sus fiestas patronales con una gran variedad de actividades, y centrando éstas
en el Desembarco Pirata, que tendrá lugar el sábado 16 de marzo a las cuatro y
media de la tarde. En el cuarto año de vida de este gran acontecimiento se ha
creado la Asociación “Desembarco pirata de San José” cuya presidenta es Marga
Estebaranz y vicepresidenta, Azucena Laguía. Con la nueva asociación se trabaja
de forma intensa en el reparto de tareas de la esperada escenificación y se
formaliza administrativamente esta iniciativa del pueblo, siendo sus objetivos
los de promocionar el núcleo cotero de forma turística y cultural.
Según la presidenta de la nueva asociación “tenemos mucho trabajo, pero después también nuestra recompensa. Es una actividad en la que no importa la edad o ideología, con ello conseguimos unir a todos con un solo fin: pasarlo bien”.
Este año participan en el desembarco más de 200 voluntarios que por unas horas serán piratas, soldados, panaderos, picapedreros o herreros, por destacar algunos de los personajes que serán parte de todo. Hay que señalar que llevan más de tres meses preparando el guión para que todo salga a la perfección el sábado. Además se han incluido algunas novedades entre las que hay que destacar que se construirá un cementerio con lápidas y todo para dar aún mayor realismo a esta recreación.
En este desembarco se recrea el asalto de un grupo de piratas a la costa nijareña y la defensa que los vecinos y soldados hacen de su pueblo, este año más preparados que nunca los esperan armados con cañones, fusiles, lanzas y alabardas para representar la batalla más cruenta jamás vista. Los piratas llegan a la Bahía de Sollarete y secuestran a uno de sus vecinos, tras la lucha los habitantes consiguen derrotar a éstos que son duramente castigados. Todo ello, es una recreación de lo que era la costa nijareña desde principios del siglo XVII hasta el XVIII, cuando los bereberes y piratas atacaban esta zona. A mitad del XVIII Carlos III promulga el reglamento de defensa de la costa y se construyen fuertes y defensas de la zona. Hasta este momento los asaltos de piratas y desembarcos de naves africanas tuvieron en vilo a la Compañía de Milicia urbana de Níjar, que atendía desde la Torre de Mesa Roldán hasta la de la Vela Blanca y el Castillo de San Francisco de Paula en Cabo de Gata.
Ahora, en el presente, los vecinos recuerdan parte de su historia y recrean lo que pudo haber sido un ataque pirata, del que en esta ocasión sabemos el final.
Según la presidenta de la nueva asociación “tenemos mucho trabajo, pero después también nuestra recompensa. Es una actividad en la que no importa la edad o ideología, con ello conseguimos unir a todos con un solo fin: pasarlo bien”.
Este año participan en el desembarco más de 200 voluntarios que por unas horas serán piratas, soldados, panaderos, picapedreros o herreros, por destacar algunos de los personajes que serán parte de todo. Hay que señalar que llevan más de tres meses preparando el guión para que todo salga a la perfección el sábado. Además se han incluido algunas novedades entre las que hay que destacar que se construirá un cementerio con lápidas y todo para dar aún mayor realismo a esta recreación.
En este desembarco se recrea el asalto de un grupo de piratas a la costa nijareña y la defensa que los vecinos y soldados hacen de su pueblo, este año más preparados que nunca los esperan armados con cañones, fusiles, lanzas y alabardas para representar la batalla más cruenta jamás vista. Los piratas llegan a la Bahía de Sollarete y secuestran a uno de sus vecinos, tras la lucha los habitantes consiguen derrotar a éstos que son duramente castigados. Todo ello, es una recreación de lo que era la costa nijareña desde principios del siglo XVII hasta el XVIII, cuando los bereberes y piratas atacaban esta zona. A mitad del XVIII Carlos III promulga el reglamento de defensa de la costa y se construyen fuertes y defensas de la zona. Hasta este momento los asaltos de piratas y desembarcos de naves africanas tuvieron en vilo a la Compañía de Milicia urbana de Níjar, que atendía desde la Torre de Mesa Roldán hasta la de la Vela Blanca y el Castillo de San Francisco de Paula en Cabo de Gata.
Ahora, en el presente, los vecinos recuerdan parte de su historia y recrean lo que pudo haber sido un ataque pirata, del que en esta ocasión sabemos el final.
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