Zapatero no descarta pedir a Sarkozy que ilegalice a Batasuna

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El Gobierno no ha iniciado las gestiones para hacer esta petición a Francia | Zaragoza ofreció su "colaboración incondicional" a las autoridades francesas para "construir el proceso penal" que conduzca a la prohibición
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró este jueves que no se han iniciado las gestiones para pedir a Francia que ilegalice a Batasuna, pero que no se descarta una iniciativa en esa dirección.
En una conferencia de prensa en la sede de las Naciones Unidas, subrayó no obstante que se trata de un asunto que afecta a la "responsabilidad y soberanía de un país amigo como es Francia".
De hecho, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional española, Javier Zaragoza, ofreció su "colaboración incondicional" a las autoridades francesas para "construir el proceso penal" que conduzca a la ilegalización de Batasuna en Francia, informaron hoy fuentes del Ministerio Público.
Zaragoza hizo el ofrecimiento a la Justicia francesa después de la detención ayer en ese país de la cúpula de Batasuna, lo que supone, según las fuentes consultadas, "el punto de partida a la ilegalización" de la formación independentista en Francia.
Al ser preguntado sobre si el Ejecutivo había iniciado gestiones respecto a este asunto, Zapatero afirmó: "No es un tema que hayamos abordado, pero no descartamos una iniciativa en esa dirección".
Batasuna fue ilegalizada en España en virtud de la Ley de Partidos, aprobada en 2002, y que prevé la prohibición de las formaciones políticas que apoyen o amparen el terrorismo.
No al abaratamiento del despido
Zapatero consideró que abaratar el despido, como ha pedido la patronal en España, no ayudaría a recuperar la confianza en el sistema financiero y aseguró que no reformará el mercado laboral sin el concurso de sindicatos y empresarios.
El presidente respondió así a las declaraciones del presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán, quien había apostado por "flexibilizar" y "abaratar" la extinción del contrato laboral en España.
Zapatero vio lógico que, cuando se atraviesa un periodo de dificultad, haya diversas propuestas, pero consideró necesario que se enfoque correctamente el problema, que es la falta de confianza en el mercado financiero.