martes, 30 de diciembre de 2008

Contextualizar la historia

Pedro Ruiz. Secretario Provincial del PA.

La mayoría de los almerienses no tiene ni idea de qué se celebra el 26 de Diciembre más allá de reconocer que es el “Día del Pendón”, y otros, como mucho dirán que es la fecha de la “Reconquista”, mal llamada así porque Almería nunca perteneció al Reino de Castilla. Es tan vergonzosa esta efeméride para Almería y Andalucía que hasta en el imaginario popular ha quedado diluida; a pesar de tantos años de imposición escolar de una historia falsificada, no acaba de calar.
A partir del 26 de diciembre de 1489, por mucho que les pese a algunos, empezó nuestra decadencia. Hay que contextualizar la historia, poner cada cosa en su lugar. Y así habría que recordar que en aquella época la Península Ibérica era cúmulo de pequeños y grandes reinos, al fin y al cabo “Estados” en sí mismos, y que luchaban entre ellos; pero no “moros contra cristianos”, como suelen simplificar cuando nos lo cuentan en el colegio. Son luchas de poder, luchas por la expansión territorial, y por tanto, luchas en las que las alianzas entre “reyes moros y reyes cristianos” fueron tan normales como las traiciones.
Aquel 26 de diciembre de 1489 culmina la ocupación del territorio que hoy conocemos como Almería por parte de unas tropas invasoras, tropas de un “país” llamado Castilla, que arrambla con todo a su paso. Podría decirse que, al fin y al cabo, eso es lo que pasa en las guerras; pero lo cierto es que antes se habían firmado unas Capitulaciones por las que “Almería” se rendía a Castilla con el objetivo de evitar un derramamiento de sangre y la destrucción de la ciudad. Pero Castilla lo incumplió e -insisto- empezó nuestra decadencia.
Se prometía respetar vidas y haciendas, y no fue así; como tampoco se respetó el idioma, ni los usos religiosos, ni las leyes, ni las costumbres, ni nada de nada… después de haber firmado un tratado entre dos Estados soberanos.
Aún así, habrá quienes entiendan que es razonable que los almeriense de hoy celebren que echaron a… ¿a quién echaron los castellanos? Pues los castellanos quisieron echar a todos los almerienses, y en ese todos han de incluirse a los descendientes de beréberes y otros musulmanes africanos, a los que habían dejado de profesar el Islam para convertirse en cristianos (pero la raza no la podían cambiar), a los que siendo de origen cristiano se habían convertido al Islam, a los judíos… a todos!! Querían echar a todos porque “el enemigo” no eran los “moros”, eran los almerienses, los andalusíes. Aún así, desde que se abrieron las puertas de la ciudad hasta que los reyes castellanos hicieron entrega de su bandera para que se colocara en lo más alto de la Alcazaba, tuvieron que pasar muchos días, ya que los almerienses se resistieron calle por calle y casa por casa. Y eran sus calles y sus casas.
Los almerienses somos mestizos, gracias a sucesivos encuentros con diversas culturas. Nuestra herencia es, entre otras cosas, la de 8 siglos de Al-Andalus y 5 siglos de Castilla-León-Aragón. Y tan somos herederos de eso como de Tartesos, Argar,...
Quienes nos oponemos a que el 26 de Diciembre siga celebrándose de esa manera, no entendemos qué celebramos. Y quizás de lo que menos orgullosos nos deberíamos sentir es de ser descendientes de los autores de la primera limpieza étnica que aparece en los libros de historia, tras haber impuesto su fe, su idioma, su cultura, a base de hogueras y torturas y de amenazas de expulsión.
Ahora, en Navidad, no olvidemos que mazapán, turrón, alfajor,... vienen desde Al-Andalus, como nuestra Alcazaba, así como el origen de muchos de nuestros nombres y apellidos y de la gran mayoría de nuestros topónimos.
Nosotros, los andaluces de conciencia, no podemos sentirnos satisfechos con una conmemoración como esta. No entendemos que una ciudad abierta al futuro pueda seguir celebrando la barbarie de hace cinco siglos, y más cuando nuestro pueblo la sufrió en carne propia.

“... vientos del norte que arrasaron, al fin, nuestra Casa antigua, convirtiendo en desierto el vergel de nuestra Isla de luz, entre bárbaras oleadas tenebrosas que nos combatían del mundo medieval, Y desde que nuestra Casa cayó, una y otra vez, siempre asolándonos esos vientos...”

(Blas Infante, manifiesto “A todos los Andaluces”, Juntas Liberalistas, 15 de Junio de 1936)

No hay comentarios: