El Ministerio Público considera "fiable" la confesión de Mainar y asegura que las pruebas incriminatorias son "apabullantes"
LAEDICION.NET.-REDACCIÓN.-El juicio por el asesinato del alcalde de Fago, Miguel Grima, concluyó ayer con una declaración final del único acusado, el guarda forestal Santiago Mainar, quien defendió su inocencia, reclamó Justicia y dijo que prefiere que le acusen de dar "muerte a un tirano que de ampararlo políticamente".
El juicio quedó visto para sentencia después de que el Ministerio Fiscal y las acusaciones particular y popular leyeran sus conclusiones definitivas, en las que mantuvieron su petición de 21 años de cárcel, por asesinato, atentado a la autoridad y tenencia ilícita de armas, al entender que las pruebas tienen la "fuerza" suficiente para solicitar una sentencia condenatoria. "No me matado a nadie, pero prefiero que me acusen de darle muerte a un tirano que de ampararlo políticamente", declaró Mainar, tras darle la palabra el tribunal, ante el que afirmó que sus declaraciones a la Guardia Civil son ciertas, como el pacto para autoinculparse.
El acusado del crimen recalcó en su intervención, de poco más de cinco minutos, que no huye de la Justicia sino que lleva años reclamándola, y calificó a Grima como un "oportunista", a quien "la impunidad otorgada por la falta de control del Estado, convirtió en arrogante y despótico". Su deber era y es enfrentarse "con valor cívico a esa España oficial y caciquil, impune y autoritaria", que "utiliza el miedo como herramienta de poder", enfatizó ante la sala.
El fiscal, en su conclusión final, valoró la declaración autoinculpatoria ante la Guardia Civil como una prueba "fiable y valorable", ya que se hizo con todas las garantías. Hizo también hincapié en que dio datos concretos que sólo podía saber el autor de los hechos. Para el fiscal Felipe Zazurca, otras pruebas confirman su posible implicación, como la existencia de restos orgánicos del acusado en el coche del edil asesinado, una prueba "apabullante", la presencia de restos de disparo en su mano izquierda y que a pesar de sus cataratas podía reconocer perfectamente el coche del alcalde y a su persona.
La defensa del guarda forestal pidió la libre absolución, porque "en absoluto" se desprende de la investigación que Mainar fuera el autor.
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