sábado, 23 de octubre de 2010

El fiscal ratifica la petición de 12 años de prisión para “El Bollo” por el homicidio de Ousmane Kote

LAEDICION.NET.-La acusación particular se adhiere a la calificación fiscal aunque solicita 15 años de prisión y una indemnización mayor La defensa ha pedido que se trate de un crimen de lesiones con homicidio imprudente y eximentes por miedo insuperable y consumo de drogas y alcohol
La Fiscalía ha elevado a definitivas las conclusiones que en su momento presentó para el crimen de “Las 200 Viviendas” por el que se juzga a Juan José Orihuela, “El Bollo” como presunto homicida de Ousmane Kote, un joven senegalés que falleció tras ser apuñalado el 22 de septiembre de 2008 en la barriada roquetera. El Ministerio Fiscal 12 años de prisión para “El Bollo” y una indemnización de 180.000 euros para la familia del fallecido.

La acusación particular se ha adherido a las conclusiones del fiscal y ha rebaja su petición de un delito de asesinato a uno de homicidio, al no quedar suficientemente acreditado que el crimen se cometiese por razones xenófobas, si bien pide que la pena sea de 15 años, el máximo tipificado para el delito de homicidio, y eleva la indemnización a 300.000 euros.

La defensa por su parte se suma al relato de los hechos del fiscal aunque ha presentado una calificación alternativa en la que se recoge un presunto delito de lesiones con homicidio involuntario, con las eximentes de ‘miedo insuperable’ y consumo de alcohol y estupefacientes, puntos descartados por el fiscal en su intervención.

Relato de los hechos según el fiscal

El fiscal ha relatado los hechos ocurridos en “Las 200 Viviendas” a tenor de las pruebas presentadas. Según esta versión, el crimen comenzó con una ‘tontería’ una ‘nimiedad’, cuando un menor arrojó agua por una ventana, que cayó encima de un hombre de raza negra, que le recriminó al chico lo ocurrido. El joven, en lugar de ‘amedrentarse’, bajó con otro de nacionalidad marroquí para ‘encararse’ con los negros, lo que inició una primera disputa en la que se golpearon que cesó cuando uno de los hombres separó a ambas partes.

El menor marroquí se fue a su casa, donde dijo que había sido agredido para coger a continuación una defensa eléctrica y salir a la calle nuevamente; el segundo joven, Joel Limones, se dirigió a la casa de unos amigos, en la que se encontraban el acusado, Miguel Ángel Santiago y Michael García, a los que les contó que le habían pegado.

El grupo decidió hacer lo propio y se fue en busca del negro al que habían mojado. Supieron que había entrado en un edificio y lo buscaron en las escaleras sin encontrarlo. Cuando abandonaron el inmueble, el hombre, que había permanecido escondido, abandonó el edificio y se los encontró, iniciándose una segunda pelea en la que otras personas de raza negra acudieron en su auxilio.

“El Bollo” y los menores volvieron al piso en el que se encontraba éste cuando Limones fue en su búsqueda y allí dijo darse cuenta de que había perdido su esclava y un móvil, algo que según el fiscal ‘no ha quedado acreditado en ningún momento quesea cierto’, por lo que abandonan la vivienda, esta vez armados. Como hipótesis, el fiscal dice que ‘no es nada descartable’ que hubiesen ido expresamente a por armas.

A partir de aquí surgen tres posibilidades según los testimonios presentados. La primera, que “El Bollo” portase el cuchillo que acabó con la vida de Kote al salir del piso; que se la entregase Michael García en la calle, o que se la entregase éste mismo en plena refriega. El fiscal considera que es ‘irrelevante’ como fue, aunque señala que el acusado ‘sale mejor parado’ en la última y recuerda que declaraciones anteriores de los menores apuntan a las primeras hipótesis.

En cualquier caso, el negro que había recibido el agua fue agredido –dice el fiscal - por el “El Bollo”, cuchillo en mano, del que logró escabullirse tras propinarle una patada en el estómago.
Mientras tanto, el joven marroquí perseguía alrededor de un vehículo a Ousmane Kote esgrimiendo la defensa eléctrica, momento en el que el acusado le asestó la puñalada mortal que ‘instantes después acabó con su vida’, tal y como narraron los guardias civiles y Miguel Ángel Santiago.

Kote, logró dar unos pasos más y cruzar la calle para caer abatido al suelo, gritó que le habían clavado un cuchillo y un amigo suyo, tras asomarse a la ventana, salió a atenderlo. Kote únicamente le pudo decir ‘me han apuñalado, llama a la Policía’ para morir poco después.

“El Bollo” y el menor marroquí fueron vistos por varios testigos, incluido el primer negro agredido, a la carrera, Orihuela con un cuchillo ensangrentado en la mano y el joven con la defensa eléctrica ‘por delante para que nadie se interpusiera en su huida’.

Fue entonces y no antes –indica el fiscal- cuando numerosas personas de raza negra se concentraron y tras acalorarse y conocer quién había sido el presunto homicida, quemaron un vehículo y la vivienda de éste. ‘Hasta ese momento no habían intervenido muchos’, en la primera pelea había dos, en la segunda y tercera se desconoce, aunque el fiscal concluye que no pudieron ser muchos y menos llevar armas como palos, porque únicamente Joel Limones presentaba una lesión en la ceja, producida en el primer enfrentamiento.

Concluye su relato la Fiscalía recordando que el acusado no está obligado a decir la verdad y las pruebas forenses practicadas que demuestran ‘sin duda alguna la intención de matar’. En este sentido, señala datos concretos como el arma utilizada que es ‘idónea para matar’, y la parte del cuerpo en la que se produjo la agresión, llena de órganos vitales, además de los actos posteriores y anteriores y la personalidad del agresor.

Forenses

Los forenses del Instituto de Medicina Legal de Almería (IML) testificaron en la cuarta sesión del juicio contra Juan José Orihuela, “El Bollo”, el presunto homicida del crimen de “Las 200 Viviendas de Roquetas de Mar, sobre los hechos que desembocaron en la muerte del senegalés Ousmane Kote, para asegurar que la herida recibida por este último es “incompatible con lesiones suicidas o accidentales sin la participación de una tercera persona’.

Además, los forenses han asegurado que la herida fue hecha con una ‘importante violencia’ y que la versión de los hechos de “El Bollo” no cuadra con lo estudiado porque la puñalada tenía ‘dos trayectorias’ el cuchillo penetró por la axila, seccionó la arteria y fracturó una costilla; ‘el arma salió, aunque no totalmente, y volvió a entrar por el mismo orificio’, dicen los médicos.

La defensa de Orihuela ha justificado la presencia de os trayectorias al asegurar que el arma llegó hasta el humero y se desvió “hacia dentro”, alcanzando el torax y el tercer espacio intercostal.

Asimismo, los forenses han señalado que la muerte de Kote se produjo por una "hemorragia aguda" y la "lesión añadida de un neumotórax por dos pequeñas heridas en el pulmón", para indicar a continuación ‘no es una herida de muerte instantánea’ y que Kote tenía "altas probabilidades de sobrevivir si se le hubiese pinzado la arteria" a tiempo.

Aunque los testigos han hablado de un tiempo excesivo en la llegada de los efectivos del 061, estos dijeron en la sesión anterior que la ambulancia que atendió a Kote llegó a los 21 minutos de recibir el aviso, con una demora de apenas “uno o dos minutos” por la acumulación de personas en la calle del crimen.

Juicio

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería acoge desde el lunes 17 de octubre de 2010 el juicio contra Juan José Orihuela, “El Bollo”, el presunto homicida del crimen de “Las 200 Viviendas de Roquetas de Mar, en el que resultó muerto el senegalés Ousmane Kote.

El 22 de septiembre de 2008, agentes de la Guardia Civil de Almería procedieron a la detención del autor material del localizando Juan José Orihuela., "El Bollo", de 26 años en aquel entonces, vecino de Roquetas de Mar (Almería), quien se ocultaba en una vivienda aislada situada en una zona de invernaderos en los Llanos de la Cañada del término municipal de Almería, en el paraje conocido como Flor Indálica, en el que la actividad principal es la del cultivo intensivo bajo techo.

Ingresó en la prisión provincial de Almería, El Acebuche, tras prestar declaración en el Juzgado de Instrucción número 1 de Roquetas de Mar, el mismo que instruyó las diligencias del homicidio en un principio.
Aunque la Guardia Civil entregó a "El Bollo" al Juzgado de Instrucción número 3 de la capital, la juez decidió inhibirse en favor del Juzgado de Roquetas.

Los hechos que desembocaron en la detención de “El Bollo” sucedieron en torno a las once de la noche del día seis de septiembre de 2008, cuando una persona arrojó un cubo de agua desde una ventana a un grupo de subsaharianos, que originó la pelea posterior en la que "El Bollo" acuchilló en el pecho a Ousmane Kote.

La muerte de Kote provocó una serie de disturbios durante dos días, que obligó a la Guardia Civil a permanecer en la zona hasta que la normalidad volviese al barrio, a la vez que se detuvo a 10 personas por alteración del orden público.

Posteriormente, el Juzgado de Menores de Almería, condenó a 12 y 13 meses de internamiento en régimen cerrado a los 4 menores implicados en el homicidio del senegalés Ousmane Kote, por su "participación necesaria" para que Juan José O.N., "El Bollo", pudiese acabar con la vida de Kote. Se trata de 4 menores de nacionalidad española y marroquí, que tenían entre 16 y 17 años, a los que se les impuso además una pena de 35 y 36 meses de libertad vigilada, participando en talleres de entrenamiento para lograr el autocontrol y la resolución pacífica de conflictos, y de educación sexual, así como una condena de 50 horas de trabajo en beneficio de la comunidad para dos de ellos. Anteriormente, tras su detención, habían sido internados cautelarmente en centros de Oria, Sevilla y Córdoba.

La Guardia Civil de Almería detuvo asimismo a tres personas como presuntos autores de un delito de encubrimiento, por la ayuda facilitada a Juan José O.N., "El Bollo", las detenciones se produjeron el jueves 25 de septiembre de 2008, según ha confirmado la Subdelegación del Gobierno: Se trata de Pedro G.C., nacido en 1985, de 22 años y domiciliado en Roquetas de Mar; Manuel M.M., también nacido en 1985, de 23 años y domicilio en Roquetas de Mar; y Pedro S.C., nacido en 1984, de 24 años y domicilio en Berja. Estas personas serían las que dieron alojamiento y cubrieron la huida de "El Bollo" durante los dieciséis días en los que se produjo la busca y captura del mismo, que finalizó con su detención en un cortijo del Paraje Flor Indálica de los Llanos de la Cañada.

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