Juan Luis Reche: “Los presupuestos de Bonilla se alejan cada vez más del ahorro y llevan el sello del despilfarro”

* El portavoz del PP afirma que el Ayuntamiento recaudará más de 11 millones de euros en impuestos en 2011, a pesar de la difícil situación económica por la que estamos atravesando
* “En lo que no escatima el equipo de gobierno es en sueldos de altos cargos, para lo que se destina 390.000 euros”
©Daniella Montenegro

El portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Vícar, Juan Luis Reche, ha denunciado hoy que los presupuestos elaborados por el equipo de gobierno de Antonio Bonilla “se alejan cada vez más del ahorro y llevan el sello del despilfarro”, después de que en el último pleno, celebrado este mes, aprobaran con el voto en contra del PP un presupuesto que somete a los vicarios a pagar, en 2011, en concepto de impuestos, la cantidad de 11.343.289 euros, y todo ello a pesar de la difícil situación económica por la que estamos atravesando y que parece que aún no ha llegado a la casa de nuestro regidor ni de sus concejales.

Reche afirma que la actitud del primer edil y de su equipo de gobierno deja más que patente una “pérdida de rumbo” sobre las políticas municipales, y la “decadencia” de unos gobernantes que lejos de pensar en las maltrechas economías de las familias vicarias vuelven de nuevo a poner obstáculos a unos vecinos que lo están pasando mal como consecuencia de la crisis que estamos viviendo.

Pero lo más “indignante”, según Juan Luis Reche, es que “mientras el equipo de Bonilla apuesta por recaudar dinero a través de impuestos, no duda en destinar una partida de 390.000 euros a remuneraciones mínimas de altos cargos, es decir a pagar sueldos del alcalde y de sus concejales, que se traducen en 3.500 euros mensuales para Antonio Bonilla y entre 1.650 euros y 2.200 euros mensuales para 11 concejales socialistas a los que pagamos todos los vicarios, incluso los 3.000 parados que hay en el pueblo”.

El portavoz popular finaliza asegurando que la solidaridad de Antonio Bonilla es para aquellos que trabajan codo con codo con él, mientras se olvida de sus vecinos. “Ha dejado claro que prefiere despilfarrar antes que ahorrar. Ya estamos los vicarios para apretarnos el cinturón mientras otros lo llevan bastante holgado”, concluye.