sábado, 4 de febrero de 2012

El top 10 de los alimentos adelgazantes

© Thinkstock Vientre plano: piña La piña tiene un alto contenido en bromelina, enzima que acelera la absorción de proteínas alimentarias (carnes, pescados, huevos, productos lácteos y proteínas vegetales) por parte del organismo. Para aprovechar bien estas propiedades, consúmela fresca, porque la bromelina se destruye con el calor o cuando está en conserva. La piña también contiene mucha fibra alimentaria indisoluble que favorece la eliminación intestinal. Contra la retención de líquidos: puerro El puerro contiene fructosa, sustancia emparentada con los glúcidos que ayuda a evitar la retención de líquidos. También es rico en potasio y pobre en sodio, lo que favorece la secreción y la eliminación de la orina. Todos estos atributos hacen del puerro una de las verduras más diuréticas. Consume en lo posible la parte verde, rica en fibras y menos azucarada que la parte blanca. Contra las grasas: pimiento El pimiento permite eliminar una parte de los azúcares y las grasas antes de que sean asimiladas por el organismo. Esta verdura tiene capsaicina y capsinoides, sustancias de sabor picante capaces de estimular las secreciones digestivas. Además, es muy poco calórico (21 kcal por 100g) y tiene propiedades diuréticas. Para cargarse de provitamina A, con virtudes antioxidantes, cocina el pimiento rojo, que es más rico que el verde. Anticelulitis: té verde Uno de los mejores aliados contre la celulitis es el té verde. Es rico en antioxidantes, lo que permite preservar la tonicidad de las células y luchar así contra la formación celulítica. El té verde favorece igualmente la eliminación de los lípidos acumulados en las células adiposas y, además, limita la absorción de los lípidos y glúcidos. Para reducir tripa: manzana Su alto contenido en pectina, un tipo de fibra alimentaria, propicia la eliminación de residuos alimentarios y estimula la actividad del tubo digestivo. Una manzana de talla mediana contiene, junto con la piel, entre tres y cuatro gramos de fibra alimentaria. Para optimizar al máximo la acción de las fibras, consúmela entera y cruda. Como sacia fácilmente y es poco calórica (54kcal por 100g), no dudes en comerla a menudo. Para adelgazar: tofu Preparada a partir de la cuajadura de leche de soja, el tofu tiene una enorme capacidad de saciar y contiene muchas proteínas vegetales (11g por 100g). Es rico en ácidos insaturados –grasas buenas– y, sobre todo, en omega 3. En cambio, aporta bastantes calorías, 120 kcal por 100g. Contra la retención de líquidos: cerezas Las cerezas facilitan la eliminación de la orina. Pero como son bastante calóricas (68 kcal por 100g) es mejor no abusar mucho de ellas. Prueba a hacerte tisanas con los rabitos de la fruta, que son muy diuréticos y ricos en flavonoides y sales de potasio. Para quemar grasas: canela Los estudios científicos recientes han demostrado que la canela ayuda a disminuir la tasa de azúcar en la sangre, lo que impide que se acumule en forma de grasas. Además, esta especia permite poner menos azúcar y materias grasas a las comidas porque es muy sabrosa. Utilízala para aderezar los yogures o el queso blanco y agrégala a los platos, a las manzanas asadas, por ejemplo. Anticelulitis: cebolla La cebolla combate la celulitis eliminando el agua y las toxinas. Su acción diurética responde probablemente a su riqueza en fructosa, presente en la bulba, y a su relación potasio-sodio. La cebolla regula, además, la absorción del azúcar y activa la eliminación de grasas. Cocida es más digesta. Para adelgazar: algas Las algas son las campeonas del adelgazamiento ya que que tienen muy pocas calorías, sacian y facilitan el tránsito intestinal. Las más conocidas son el agar-agar, que reemplaza a la gelatina; el wakame, que puede consumirse en ensaladas o en sopas; el kombu, que deshidratado se usa para hacer caldos, y el nori, que sirve para envolver los rollitos maki. El gran proyecto del doctor Dukan En su última obra, el doctor Pierre Dukan desvela su “gran proyecto para Francia”: construir un savoir-faire francés contra el sobrepeso inspirado en su aclamado –y también denostado– régimen. Después desea exportar, con toda modestia, este conocimiento a toda la población mundial con exceso de peso. Repasamos la propuesta de un libro provocador pero que, sobre todo, promueve un método polémico. Pero, a su juicio, ninguna dieta –fuera, por supuesto, de la suya– es eficaz, puesto que exponen a la persona a una sobrecarga renal y a otras posibles complicaciones a largo plazo, tal y como lo han señalado algunas autoridades sanitarias. Por otra parte, médicos y nutricionistas insisten en que mantener el peso, ya sea con el método Dukan o con cualquier otra dieta “milagro”, resulta muy difícil, lo que termina por desanimar a la persona con exceso de peso, que vuelve a descuidarse con la comida (el llamado efecto yo-yo como resultado de un cambio muy brusco de los hábitos alimentarios). Sin embargo, el método Dukan, por sus resultados inmediatos y el número importante de libros y de servicios derivados (coaching a través de Internet, entre otros), cuenta en la actualidad con un éxito innegable, que se verá aún más inflado por las propuestas polémicas que aparecen en la última parte del libro. Qué hacer con los miles de gordos… El doctor Dukan afirma desear que Francia, “país de la feminidad, de la delgadez legendaria”, construya “una economía de la felicidad”, una “economía anti sobrepeso a la vez rentable y noble (…) que prospere y se proyecte en el mundo”. Para ello, el nutricionista vuelve sobre su “experiencia del sobrepeso” y su método, que “posee el mayor poder de expansión y de propagación y, sobre todo, de atracción de usuarios”. Además de sus criterios puramente mercantiles, Dukan defiende, por supuesto, su dieta de cuatro fases, su lista de alimentos permitidos y el coaching que se ofrece en su página de Internet. En otra parte del libro ofrece sus consejos para lidiar con los “millones de gordos”, expresión que utiliza a menudo a lo largo de su obra –“la psicología del gordo es tranquilizarse comiendo” o lo que “un gordo espera”, etc.– y cuyo uso justifica diciendo que es por respeto a sus pacientes, que “ven en las apelaciones más suaves una manera sospechosa de perdonarles la vida”. Estos consejos, que llegan en la página 130, conciernen al mundo de la agroalimentación, la restauración, la belleza… y también al escolar, donde el Índice de masa corporal (IMC) ha aumentado de manera preocupante. El doctor Dukan preconiza implementar en los institutos la opción “peso de equilibrio” (OPEB), que daría puntos extra si el adolescente mantiene a raya su IMC. Antes incluso de la salida del libro el 4 de enero, la web y el conjunto de los medios ya comenzaron a llevarse las manos a la cabeza, escandalizados por considerar la propuesta tremendamente injusta. Y es que las personas más afectadas por la obesidad son aquellas menos favorecidas económicamente; además, la genética influye de manera distinta en cada familia. El sobrepeso en los adolescentes puede dispararse por un malestar excesivo y no por una alimentación abundante e inadecuada. La medida es absurda, se ha dicho, pues resulta discriminatoria y potencialmente humillante: puestos a ser injustos, ¿por qué no otorgar puntos, por ejemplo, a los más guapos? Por fortuna, el Ministerio de Educación de Francia ya ha confirmado que no tiene ninguna intención de poner en práctica estas ideas…

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