sábado, 4 de febrero de 2012
La menopausia aumenta la probabilidad de sufrir depresión
Pese al papel determinante de los cambios hormonales, la desigualdad incide en factores como el estrés, las responsabilidades laborales o la relación de pareja.
Redacción | En la mujer existe un momento de su vida, la menopausia, que determinará el que afronte su madurez con una mejor o peor calidad de vida. El déficit hormonal que se produce en este periodo conlleva una serie de cambios físicos y psíquicos que afectan al día a día y provocan un aumento del riesgo de padecer osteoporosis o enfermedades cardiovasculares si no se adoptan las medidas preventivas adecuadas. "De ahí que la alteración del bienestar de la mujer debido a los cambios hormonales que se producen en la menopausia favorezca que el género femenino sea más propenso a la aparición de depresiones leves o moderadas a partir de los 45 ó 50 años", comenta la doctora Rosa Porqueras, coordinadora del Grupo de Madurez Saludable de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia.
La perimenopausia, es decir la etapa que precede al cese definitivo de las menstruaciones, es el periodo en el que es más frecuente la manifestación de estos síntomas depresivos, como mayor irritabilidad, ansiedad, cambios bruscos de humor, tristeza o melancolía. Aunque como indica la doctora Porqueras, "también se ha comprobado que mujeres que han sufrido síndrome premenstrual o un episodio depresivo en algún momento de su vida tienen una mayor predisposición a sufrir estos síntomas con la llegada de la menopausia".
Además, repercuten en la mayor prevalencia de esta patología en la mujer influencias hormonales, genéticas, ambientales, ciertas características psicológicas y de personalidad y, sobre todo, eventos endocrinos y reproductivos. Según la doctora Porqueras, "hay muchos momentos en los que la depresión está presente, sobre todo los relacionados con cambios en el ciclo reproductivo: menarquia, menstruación, anticoncepción, embarazo, parto, lactancia y menopausia, son siempre etapas críticas, de tránsito, en las que se reúnen factores biológicos, psicológicos y sociales que suponen un riesgo para la estabilidad emocional de la mujer". Por otra parte, añade, "existe una clara relación entre cerebro, hormonas sexuales y conducta que explica buena parte de las peculiaridades femeninas de los trastornos emocionales". Pero si bien los cambios hormonales pueden jugar un papel determinante en la aparición de la depresión, esta experta señala que "no hay que olvidar la importante contribución de otros factores como el estrés, las responsabilidades laborales y familiares o la relación de pareja, en la manera de asumir y aceptar esta etapa por parte de la mujer". Durante la menopausia es cuando se manifiestan en la mujer de forma más evidente los síntomas característicos: sofocos, cambios de humor o insomnio.
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