Ruth Ortiz contradice a la Fiscalía y dice que no hay causa
por asesinato en la que "el cadáver tenga que estar en el juicio"
LAEDICION.NET.-REDACCIÓN.-Rodeada
por sus seres más queridos compareció en
Huelva la madre de Ruth y José, Ruth Ortiz, ante los medios de comunicación. Lo
hizo por vez primera desde supo que los restos óseos hallados en la finca
cordobesa de Las Quemadillas pertenecen casi con toda probabilidad a sus
pequeños. Con entereza -pese al profundo dolor que emana de sus ojos tristes-,
la onubense procedió a leer un comunicado plagado de aseveraciones duras,
directas, centrado en su principal propósito: recuperar los cadáveres de sus
pequeños y enterrarlos para, por fin, poder descansar.
"Hoy hace un año, un mes y ocho días que mis hijos fueron asesinados y quemados por el ser más despreciable de todo el universo, y por desgracia su padre: José Bretón", comenzó diciendo no sin antes recordar que los Ortiz siempre "supimos respetar las decisiones tomadas y guardar silencio", incluso ante el "grave error de la técnico de la Policía Científica" que confundió los huesos con los de animales.
Considera Ruth que Bretón "manipula a la opinión pública a través de su abogado", José María Sánchez de Puerta: primero, con las cartas remitidas a la prensa, y ahora, "valiéndose de los restos óseos de sus propios hijos".
Tajante, precisó que "estoy harta de escuchar tonterías, como que mis hijos no pueden enterrarse hasta que no haya sentencia firme". A la técnico de la Científica que elaboró el primer informe forense, Josefina Lamas, pidió que "sea un poco humilde y reconozca que no estaba capacitada profesionalmente para identificar si unos huesos quemados eran de origen animal o humano; y deje de atacar tanto a la cadena de custodia como a la impecable investigación policial llevada a cabo por sus compañeros de Madrid".
No entiende "a qué tengo que esperar para enterrar a mis hijos", teniendo en cuenta que según su abogada, María del Reposo Carrero, no existe "ningún impedimento legal para terminar con esto". De hecho, puntualizó, "que yo sepa no ha habido ningún proceso por asesinato en el que el cadáver tenga que estar en el juicio". La Fiscalía ha negado esta petición, y probablemente el juez decida en el mismo sentido.
La madre de los pequeños onubenses desaparecidos el 8 de octubre de 2011 también se preguntó "cómo es posible que quien ha manipulado el teléfono de Bretón borrando llamadas no esté imputado", en clara referencia a Rafael Bretón, mientras que familiares suyos como su madre o sus primos "estén unos pendientes de juicio por coacciones y otros de prestar declaración como imputados".
También aclaró que considera insuficiente el expediente disciplinario que se abrió a la policía que realizó el primer informe forense, ya que a su juicio "tendría que estar imputada por su negligencia". En este punto, indicó: "¿Tengo yo que iniciar todas las denuncias ante el mal funcionamiento de este sistema? ¿Tengo que tener fuerzas para esto también y tener medios económicos para sustentarlo?".
Ruth Ortiz garantizó que no hablaba sólo desde el dolor de una madre, sino desde "la impotencia por tanto desacierto, incompetencia y falta de empatía" con las víctimas. "Sólo quiero enterrar a mis hijos, yo los parí y tengo derecho a enterrar lo que el desgraciado de su padre ha dejado de ellos". Lo ontrario es "inhumano". Según la madre de Ruth y José, el fin de Bretón es "perpetuar su maltrato hacia mí" mientras los restos sigan bajo tutela judicial. En este sentido, recordó que han sido examinados por nueve peritos y están perfectamente documentados en fotos y vídeo. "Hago un llamamiento a la Administración para que me entregue con la mayor celeridad posible los restos y que la Justicia siga su curso, porque puede hacerlo perfectamente con mis hijos descansando en paz".
"Hoy hace un año, un mes y ocho días que mis hijos fueron asesinados y quemados por el ser más despreciable de todo el universo, y por desgracia su padre: José Bretón", comenzó diciendo no sin antes recordar que los Ortiz siempre "supimos respetar las decisiones tomadas y guardar silencio", incluso ante el "grave error de la técnico de la Policía Científica" que confundió los huesos con los de animales.
Considera Ruth que Bretón "manipula a la opinión pública a través de su abogado", José María Sánchez de Puerta: primero, con las cartas remitidas a la prensa, y ahora, "valiéndose de los restos óseos de sus propios hijos".
Tajante, precisó que "estoy harta de escuchar tonterías, como que mis hijos no pueden enterrarse hasta que no haya sentencia firme". A la técnico de la Científica que elaboró el primer informe forense, Josefina Lamas, pidió que "sea un poco humilde y reconozca que no estaba capacitada profesionalmente para identificar si unos huesos quemados eran de origen animal o humano; y deje de atacar tanto a la cadena de custodia como a la impecable investigación policial llevada a cabo por sus compañeros de Madrid".
No entiende "a qué tengo que esperar para enterrar a mis hijos", teniendo en cuenta que según su abogada, María del Reposo Carrero, no existe "ningún impedimento legal para terminar con esto". De hecho, puntualizó, "que yo sepa no ha habido ningún proceso por asesinato en el que el cadáver tenga que estar en el juicio". La Fiscalía ha negado esta petición, y probablemente el juez decida en el mismo sentido.
La madre de los pequeños onubenses desaparecidos el 8 de octubre de 2011 también se preguntó "cómo es posible que quien ha manipulado el teléfono de Bretón borrando llamadas no esté imputado", en clara referencia a Rafael Bretón, mientras que familiares suyos como su madre o sus primos "estén unos pendientes de juicio por coacciones y otros de prestar declaración como imputados".
También aclaró que considera insuficiente el expediente disciplinario que se abrió a la policía que realizó el primer informe forense, ya que a su juicio "tendría que estar imputada por su negligencia". En este punto, indicó: "¿Tengo yo que iniciar todas las denuncias ante el mal funcionamiento de este sistema? ¿Tengo que tener fuerzas para esto también y tener medios económicos para sustentarlo?".
Ruth Ortiz garantizó que no hablaba sólo desde el dolor de una madre, sino desde "la impotencia por tanto desacierto, incompetencia y falta de empatía" con las víctimas. "Sólo quiero enterrar a mis hijos, yo los parí y tengo derecho a enterrar lo que el desgraciado de su padre ha dejado de ellos". Lo ontrario es "inhumano". Según la madre de Ruth y José, el fin de Bretón es "perpetuar su maltrato hacia mí" mientras los restos sigan bajo tutela judicial. En este sentido, recordó que han sido examinados por nueve peritos y están perfectamente documentados en fotos y vídeo. "Hago un llamamiento a la Administración para que me entregue con la mayor celeridad posible los restos y que la Justicia siga su curso, porque puede hacerlo perfectamente con mis hijos descansando en paz".
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