La diputada izquierdista Rosalía Martín vincula la polémica
reordenación a intereses políticos e insta a una "revolución
administrativa" · Aguayo da el proceso por cerrado
LAEDICION.NET.-:/ Redacción.-Difícil tiene Izquierda Unida hacer
comprender a la ciudadanía que el discurso del grupo parlamentario puede ser
diferente y complementario al de sus responsables en el Gobierno andaluz. Y más
como ejemplos como el de ayer en la sesión plenaria del Parlamento andaluz,
donde una de las diputadas de la coalición, Rosalía Martín, dio un revolcón sin
recato a la polémica reforma del sector público que llevó a cabo el socio de
gobierno de su formación, el PSOE, en la pasada legislatura. De tal proporción
fue el zarandeo que el diputado del PP Rafael Ruiz Canto, en su intervención,
se sorprendió porque la diputada de IU le hubiese "robado" su
discurso.
Y es que Martín acusó a la Junta de pergueñar y mantener una "Administración paralela, que no es un invento, es una realidad" y acusó a los responsables socialistas de haber reformado el sector público (con la fusión de empresas en agencias que mezclan a funcionarios con personal externo procedente de las empresas públicas) para "rodearse de elementos y estructuras subordinadas a una voluntad política de manera disciplinada". Y continuó: "El gobierno surgido de las elecciones del 25 de marzo tiene que abordar el problema creado por el PSOE a lo largo de 30 años de prácticas clientelistas y rematar lo que fue una nefasta fuga hacia delante que fue la ley del sector público 1/2011".
La consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo, escuchaba en su escaño las asperezas de Martín desde la tribuna. "Si antes no se hizo por convicción, ahora hay que hacerlo por necesidad; si antes con una reforma hubiera bastado, ahora se requiere una auténtica revolución administrativa de la Junta de Andalucía". Pareció que Martín iba a recular cuando señaló que la Consejería de Hacienda "ya está emprendiendo esta vía", pero volvió a dejar claras sus intenciones cuando añadió que lo hace "por lo bajini, sin rectificar explícitamente, pero la reestructuración que hace falta no se puede satisfacer con un parche más como éste". Martín instó a la Junta asumir como prioridad una nueva reestructuración del sector público.
Previamente, la consejera Martínez Aguayo volvió a insistir en que el 31 de diciembre se culminará este proceso con la extinción de las 95 unidades de empleo (Utedlt) y aseguró que el Ministerio de Hacienda valida esta reforma del sector público, por lo que la Junta da por concluida la reestructuración.
El diputado del PP reprochó a Aguayo que manifestara que la reforma concluye sin despidos y provatizaciones y la acusó de "mentir". La consejera exigió al popular que retirase esa acusación. Aguayo aprovechó la excesiva beligerancia de Ruiz Canto para dedicarle al PP toda su intervención y, sólo al final, en un minuto, respondió a la acritud de la diputada de IU.
"Creo que su crítica es de buena fe, pero creo que debería conocer mejor el proceso; no digo que sea perfecto, seguramente es mejorable, pero tenemos un sector público bien instrumentado", concluyó.
Aguayo no recogió el guante de Martín, que posiblemente tampoco sea de la misma talla que el de sus compañeros de IU en el Gobierno.
Y es que Martín acusó a la Junta de pergueñar y mantener una "Administración paralela, que no es un invento, es una realidad" y acusó a los responsables socialistas de haber reformado el sector público (con la fusión de empresas en agencias que mezclan a funcionarios con personal externo procedente de las empresas públicas) para "rodearse de elementos y estructuras subordinadas a una voluntad política de manera disciplinada". Y continuó: "El gobierno surgido de las elecciones del 25 de marzo tiene que abordar el problema creado por el PSOE a lo largo de 30 años de prácticas clientelistas y rematar lo que fue una nefasta fuga hacia delante que fue la ley del sector público 1/2011".
La consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo, escuchaba en su escaño las asperezas de Martín desde la tribuna. "Si antes no se hizo por convicción, ahora hay que hacerlo por necesidad; si antes con una reforma hubiera bastado, ahora se requiere una auténtica revolución administrativa de la Junta de Andalucía". Pareció que Martín iba a recular cuando señaló que la Consejería de Hacienda "ya está emprendiendo esta vía", pero volvió a dejar claras sus intenciones cuando añadió que lo hace "por lo bajini, sin rectificar explícitamente, pero la reestructuración que hace falta no se puede satisfacer con un parche más como éste". Martín instó a la Junta asumir como prioridad una nueva reestructuración del sector público.
Previamente, la consejera Martínez Aguayo volvió a insistir en que el 31 de diciembre se culminará este proceso con la extinción de las 95 unidades de empleo (Utedlt) y aseguró que el Ministerio de Hacienda valida esta reforma del sector público, por lo que la Junta da por concluida la reestructuración.
El diputado del PP reprochó a Aguayo que manifestara que la reforma concluye sin despidos y provatizaciones y la acusó de "mentir". La consejera exigió al popular que retirase esa acusación. Aguayo aprovechó la excesiva beligerancia de Ruiz Canto para dedicarle al PP toda su intervención y, sólo al final, en un minuto, respondió a la acritud de la diputada de IU.
"Creo que su crítica es de buena fe, pero creo que debería conocer mejor el proceso; no digo que sea perfecto, seguramente es mejorable, pero tenemos un sector público bien instrumentado", concluyó.
Aguayo no recogió el guante de Martín, que posiblemente tampoco sea de la misma talla que el de sus compañeros de IU en el Gobierno.
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