lunes, 29 de diciembre de 2008

Nilo niega haber seducido a Isabel Gemio y habla del drama de su hijo

Negó ser un cazador de mujeres en la Cuba de los hermanos Castro, reivindicó su pasado militar y acabó con el morbo de pintar el desnudo de "su niña" en una noche de revelaciones. En febrero de 2002, recién separado por primera vez de Isabel Gemio, Nilo Manrique contó a la revista ¡Hola! que la ruptura fue de mutuo acuerdo "porque se nos escapaba la pasión, que es muy importante en una pareja, y por las discusiones, las peleas sin sentido, los celos y la rutina". Casi siete años después, el escultor cubano acudió al plató de DEC para, supuestamente, contar como surgió el flechazo entre Gemio y él en 1997 en un hotel de Varadero en el que vendía esculturas a los turistas y por qué rompieron definitivamente en 2005 después de ser padres de un hijo adoptivo y uno biológico y cual es su relación con la periodista.

Como siempre encantado de haberse conocido y sin contar realmente nada nuevo, Manrique sí dejó asomar un atisbo de sensibilidad al hablar con emoción del "cabezón", su hijo enfermo por el que su madre lucha como una jabata a través de su fundación Isabel Gemio para la Investigación de Distrofias Musculares y Otras Enfermedades Raras.

Su versión de la boda

El ganador, como destacó El Semanal Digital, del reality Supervivientes 2007, en el que se impuso a Sofía Cristo, Raquel Bollo y Rebecca Loos, por citar sólo algunos de sus compañeros en la isla, se quejó de que en España se le había descalificado y que tuvo que demostrar en 70 días de supervivencia "el respeto que tengo por Isabel y por mis amigos". Reconoció que participó en el programa para comprarse una casa y traer de Cuba a su madre.

Chelo García Cortés, que le comentó que no le echaba los tejos por ser "el ex de una gran amiga", le preguntó qué encontró en "esos ojos extremeños para dejar Cuba". Manrique, que durante toda la entrevista contestaba de forma bastante errática, comentó que le sorprendió el acoso que sufrió cuando llegaron a España y se dio cuenta de la fama de la periodista.

Tras insistir en que es "humilde por naturaleza y rico de corazón", Manrique se enzarzó en una discusión con Antonio Montero por temas de acoso de periodistas, paparazzis y algún ataque violento. En cuanto a la boda con Gemio, Manrique dijo que el no se casó, sino que "me casaron". Tuvieron que hacerlo para poder seguir viéndose y salir de Cuba. De paso dejó caer que tiene un nuevo local de copas.

Cuidadoso con la Cuba de Castro

Antes de aceptar el reto de pintar el cuadro de una mujer en un lienzo preparado para la ocasión, Manrique comentó que aunque Isabel y él forman un equipo indestructible, la convivencia fue imposible. "Soy un hueso duro de roer pero con mucho sentimiento y sensibilidad", advirtió. El cuadro, pintado con guantes -detalle que horrorizó a Jesús Mariñas- resultó ser un desnudo, de espaldas, eso sí, de Isabel Gemio por el que los tertulianos pujaron para quedárselo para la redacción y donar el dinero a la Fundación Isabel Gemio.

Fue una noche de revelaciones con un pie en la política, el corazón y la crítica hacia los excesos de España frente a las carencias que hay en Cuba. Pero también la ocasión de reivindicar las relaciones de cubanos con protagonistas de la vida pública española negando que hayan sido aventuras interesadas. A lo largo de sus declaraciones, Nilo fue cuidadoso en todo lo que dijo pensando que entra y sale de la Cuba de Raúl Castro por lo que se ciñó a un discurso políticamente correcto.

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