jueves, 1 de enero de 2009

Eslovaquia, invitado especial en el cumpleaños número 10 del euro

El euro festejará su décimo aniversario el jueves con el ingreso de Eslovaquia como 16º integrante de la zona euro, en busca de refugio de la tormenta económica internacional que puede arrojar a más naciones a los brazos de la moneda única europea.
Aunque algunos eslovacos aún tienen dudas sobre las bondades de abandonar su corona y temen una falta de control sobre su destino, Robert Fico, el primer ministro socialista, confía en que la adopción del euro es el camino correcto. "Toda Europa nos felicita por haber elegido el mejor momento posible para unirnos a la Eurozona", dijo Fico esta semana. "Tenemos mucha suerte en estos momentos de crisis económica y financiera de que el cambio de moneda ocurra en el año en que se espera que la crisis tenga el mayor impacto", añadió.
Los cajeros automáticos eslovacos comenzarán a proporcionar euros a partir de la medianoche del 1 de enero. Durante dos semanas, las coronas eslovacas seguirán usándose junto al euro, a una tasa de 30,13 coronas por un euro, pero el cambio será devuelto en nuevos billetes y monedas de euros con la cruz eslovaca, el castillo de Bratislava y el monte Krivan. La corona, que ha sido utilizada desde la división de la República Checa y Eslovaquia en 1993, será retirada de circulación el 16 de enero.
La Comisión Europea anticipa un cambio de moneda "fluido" para los 5,4 millones de eslovacos expuestos a seis meses de anuncios publicitarios y de prensa, un concurso de canciones -y un show teatral especial para la gran comunidad gitana del país- a fin de prepararlos para el euro.
El Banco Nacional de Eslovaquia (BNE) y los bancos comerciales estarán abiertos el jueves y durante el fin de semana y han contratado personal adicional.
El banco central estima que unos 188 millones de billetes de euros y 500 millones de monedas serán necesarios para reemplazar el efectivo en coronas en circulación y reservas.
Las encuestas de opinión muestran que un 58% de los eslovacos apoyan el cambio de moneda, mientras un 35% se opone. El temor a aumentos de precios sigue siendo una seria inquietud para casi un 65% de los ciudadanos.
"Me resultará difícil habituarme al euro porque los cálculos de conversión son difíciles y tampoco creo que sea bueno para Eslovaquia. Creo que éramos más independientes con nuestra propia moneda", dijo Maria Matuskova, de 75 años. La azafata Barbara Krajcovicova, de 24 años, aguarda en cambio el momento en que ya no necesite acudir a las oficinas de cambio de dinero. "Pero creo que los precios subirán, como ha sucedido en todos los países que han adoptado el euro", acotó.
La inflación, aunque en bajada a una tasa anual del 4,9% en noviembre, sigue siendo la mayor preocupación para el gobierno de izquierdas.
La autoridad reguladora de energía de Eslovaquia ha decretado un congelamiento de los precios del gas natural y el agua para los hogares y sólo ha permitido un aumento del 0,11% para la electricidad.
Eslovaquia, que depende fuertemente de la industria automovilística y de la electrónica, ha resistido bastante bien por ahora a la crisis económica y se halla entre las economías europeas de mayor crecimiento, con un alza del PIB del 7% en el tercer trimestre y una estimación del 4% para todo el 2009.
Al acercarse el décimo aniversario del euro, existe una creciente sensación de satisfacción en torno a la moneda europea. El euro podría superar al dólar en importancia mundial en sólo cinco años, estiman la mayoría de los europeos, según un estudio difundido esta semana por el diario británico Financial Times y el instituto Harris. Con Eslovaquia, la Eurozona abarcará a unas 330 millones de personas. Desde su lanzamiento, el 1 de enero de 1999, la posición del euro como moneda de reserva ha crecido de l 18% al 27% y el valor de euros en circulación supera actualmente al dólar.

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