¿Un error inocente o fallo profesional? Esto es lo que me pregunto después de la broma pesada que le han jugado a la periodista de Onda Cero.
LAEDICION.NET.-REDACCIÓN.-El pasado domingo, un bromista desconocido concedió una entrevista durante el programa radial de Isabel Gemio haciéndose pasar por un profesor universitario, que sí estaba convocado.
El graciosillo atendió la llamada del programa y se hizo pasar por Luis Miguel Martínez, un profesor de la Universidad Complutense de Madrid. La entrevista planificada estaba enfocada para hablar sobre la televisión y los jóvenes, y mientras el entrevistado falso respondió sin escrúpulos a todas las preguntas con respuestas absurdas, en ningún momento informó del error y continuó con la entrevista.
La llamada se realizó en directo y durante diez minutos permitieron que el personaje hablara e hiciera comentarios fuera de lugar. Aunque afirman que "todo les parecía extraño desde el comienzo" –el hombre se puso a hablar de vino cuando le preguntaron sobre la situación de la televisión actual- la entrevista continuó.
Finalmente, el martirio acabó cuando el verdadero Luis Miguel Martínez llamó al programa para aclarar el asunto. Esto puso en evidencia a Gemio y su equipo. ¿De quién fue la culpa? ¿Es mejor mantener una entrevista eterna y en directo sin ningún sentido o intentar cortar y esclarecer lo que está sucediendo?
Aunque según el periódico ABC, el error podría haber sido de la propia Gemio al equivocarse al marcar el número, lo cierto es que el error los ha dejado en muy mal lugar.
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