lunes, 7 de diciembre de 2009

Críticas por una misa

Hace poco, el 30 de noviembre, hubo una misa en Paracuellos de Jarama, que hacen allí anualmente y que ofició al nuevo Obispo de la diócesis, Monseñor Reig Plá. Luego, vinieron las críticas del PSOE de Alcalá - no sé si porque Santiago Carrillo, amigo de socialistas, es una de las personas tildadas como responsable de muchas de esas ejecuciones de la II Republica-. El pretexto, una bandera preconstitucional colocada en la capilla, que ya estaba allí y desde hacía mucho; también, la presencia de Blas Piñar. Me parece una hipocresía las criticas por una bandera, cuando la izquierda acostumbra a sacar las republicanas en actos suyos, y también me parecen inapropiadas las críticas por la presencia de Blas Piñar, que no firmó la ejecución de nadie, mientras que en misa hemos visto a políticos que sí han firmado leyes de aborto. La Eucaristía, sin connotaciones políticas, según nota del Obispado se hizo “en honor de los sacerdotes y religiosos beatificados en su momento por el Papa Juan Pablo II -algo más de un centenar- y cuyos restos reposan” en ese lugar, que podría considerarse «la catedral de mártires más importante del mundo». Las críticas me han llevado a leer en Internet este texto conmovedor de un tal Arsenio de Izaga, que no saldrá en la memoria histórica:
“Cuadro espantoso aquel cuadro... espectáculo escalofriante el terrible piquete de forajidos que disparaba sus fusiles o sus ametralladoras sobre unos hombres de bien de toda profesión, de toda categoría y de toda edad. sacerdotes y seglares, militares y paisanos, ricos y pobres, patronos y obreros, desde los que habían pasado los dinteles de la ancianidad hasta los que apenas habían salido de la niñez, mientras sus compañeros de infortunio, hacinados sobre los vehículos o apelotonados a la vera del camino, esperaban el turno fatal y contemplaban indefensos el suplicio que poco después iban a sufrir”....“Yo que conocí el temple de sus pechos, lo adiviné cuando vi que salían de la prisión con el resplandor de los elegidos... Ninguno renegó de sus convicciones religiosas y patrióticas. Ninguno dio la más leve prueba de vacilación ni de flaqueza (…) Todos se animaban entre sí, y oponían a las blasfemas imprecaciones de sus verdugos, su fe de creyentes y su altivez de españoles. Todos recibían la helada caricia de las balas como el galardón eterno que el Cielo les tenía prometido y el beso que la Patria imprimía en sus frentes… Y no se había extinguido el eco de la última descarga, cuando aún resonaba en el espacio su vibrante grito, ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva España!.”
Juan López Sánchez
DEJA TU COMENTARIO
Puedes ser el primero en darnos tu opinión. ¿Te ha gustado? ¿Qué destacarías? ¿Qué opinión te merece si lo comparas con otros similares

No hay comentarios: