miércoles, 23 de diciembre de 2009

Lidia Bosch: "No voy a entrar en guerras"

LAEDICION.NET.-A pesar de que la justicia le ha dado la espalda, la actriz Lidia Bosch prefiere continuar con la lucha. Cree la versión de su hija y, por eso, es posible que pida amparo ante el Tribunal Constitucional. Fuimos los primeros en informar sobre la denuncia que la actriz Lidia Bosch interpuso contra su marido Alberto Martín por abusar, presuntamente, cuando la adolescente era prácticamente una niña. Aquella denuncia, de contenido tétrico, fue admitida a trámite y posteriormente valorada por los jueces de primera instancia. Fue recurrida por Bosch, pero la Audiencia Provincial ha decidido sobreseer provisionalmente el caso por falta de pruebas. No se trata de un cierre brusco ni malintencionado por parte de la magistratura, sino todo lo contrario. A pesar de lo comentado, no hay indicios de que la intérprete haya incurrido en un delito de denuncia falsa. Los que conocen a Alberto ahora tuercen el morro y señalan sin cautela. Algunos, incluso, llevan a lo personal un asunto de temática más que controvertida. Parece ridículo creer que los hechos denunciados sean parte de una mentira de Lidia, quien únicamente ha ejercido como madre responsable y protectora. Quizás, por eso, y ante el constante goteo de informaciones contradictorias, la catalana ha decidido hacer llegar a los medios de comunicación un comunicado de prensa en el que aclara la situación actual del pleito que le enfrenta a su ex marido y sus sentimientos más íntimos.
Comunicado íntegro
1- El auto de la Audiencia Provincial confirma el que dicto el Juzgado de Instrucción nº1 de Pozuelo, es decir, el sobreseimiento provisional del procedimiento. No se trata pues de un archivo libre y definitivo ni de una sentencia absolutoria.
2- Contrariamente a lo que se ha dicho en algún medio de comunicación, la resolución no expresa en ninguno de sus apartados que los hechos no hayan ocurrido o que la menor mienta, sino que no existen suficiente pruebas para que el procedimiento penal prosiga contra el denunciado. Precisamente por este motivo el sobreseimiento es provisional y no libre y definitivo.
3- El auto de la Audiencia Provincial dice expresamente “en el ámbito del derecho penal se exige una certeza, más allá de toda duda razonable”, por lo que no es posible adoptar una resolución diferente de la ya dictada por el Juzgado de Pozuelo.
4- También se ha insinuado la posibilidad de que la denuncia interpuesta por Doña Lydia Bosch sea falsa. Sin embargo, ello no se contempla en la resolución judicial. Si los jueces lo hubiesen considerado así, habrían ordenado abrir un procedimiento por acusación y denuncia falsa contra ella.
5- Doña Lydia Bosch desea expresar que como madre ha cumplido con su obligación de poner los hechos en conocimiento de las autoridades policiales y judiciales competentes. Doña Lydia Bosch ha mantenido la denuncia basándose en dos informes psicológicos que apoyan la versión de su hija, por lo que no tiene que retractarse de su actuación, emprendida exclusivamente en interés de la menor y sin ninguna otra finalidad distinta.
6- En los próximos días se estudiará la posibilidad de presentar un recurso de amparo contra la resolución ahora dictada ante el Tribunal Constitucional.
7- Finalmente, mi clienta demanda de nuevo a todos los medios de comunicación el máximo respeto, comprensión y discreción sobre unas actuaciones judiciales que son extremadamente sensibles al versar sobre hechos muy delicados y dolorosos que afectan a un menor de edad. El derecho a la intimidad y propia imagen de la menor han de prevalecer sobre el derecho a la información, y éste no ampara en ningún caso que se produzcan intromisiones en tales derechos fundamentales de una menor de edad.
Una madre desesperada
Está luchando con uñas y con dientes. Ella sí cree la versión de su hija y, sólo por eso, merece un reconocimiento. Quizás para huir de toda la polvareda que estos días anida en los programas de televisión, Lidia Bosch se ha ido con sus hijos a un remoto lugar de la geografía. Prefiere desconectar. Muy nerviosa y alterada, Lidia atendió a mi llamada telefónica, justo después de que en ‘Sálvame’ se hiciera público parte del contenido del comunicado. En ese mismo momento uno de sus pequeños necesitaba atención médica y la actriz parecía algo desorientada: “no voy a entrar en guerras televisivas, estoy bien, pero no voy a entrar en ese tipo de historias”, me confesó con contundencia. Lydia ha optado por seguir siendo precavida. Es su gran baza, ahora que la vida aprieta. Está previsto que regrese a Madrid la próxima semana, hasta entonces sus más cercanos la protegen desde la distancia. Demasiadas tensiones.

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