domingo, 31 de octubre de 2010

Nueve de cada diez mayores de 45 años necesitan ayuda visual

LAEDICION.NET.-Las cataratas, el glaucoma o la degeneración macular son los principales problemas de visión asociados a la edad según los óptico-optometristas • Los expertos recomiendan realizar una revisión anual de la salud ocular. La radiación solar, la exposición prolongada frente al ordenador, el uso de protección visual incorrecta, el aumento de la esperanza de vida, los efectos secundarios de algunos medicamentos y las enfermedades congénitas alertan sobre la importancia de tener una salud visual adecuada.

A partir de los 45 años, el 90 % de los ciudadanos necesita algún tipo de ayuda visual y una vez sobrepasados los 50 la cifra se incrementa hasta el 95 %, según el Estudio sobre la Salud Visual de los Españoles, elaborado por el Departamento Médico de Clínica Baviera.

Según Blanca Fernández, presidenta y delegada en Córdoba del Colegio de Ópticos-Optometristas de Andalucía, Ceuta y Melilla (CNOOA), "los problemas de visión en la vida de las personas mayores adquieren una gran importancia, pudiendo ocasionar caídas, miedo a salir a la calle y falta de relación con el entorno".

Ese es el caso de Josefa Sánchez, quien hace años que siente esa inseguridad. "Empecé a perder nitidez en mi visión y después apareció una nube negra en uno de mis ojos. A partir de ahí, he visto cómo mi vida diaria quedaba condicionada por mi enfermedad. Me impide pasear sola, hacer las tareas del hogar o leer un libro", explica.

Por ello, Fernández recomienda que "ante la aparición de cualquier signo de alarma, como puede ser visión borrosa, deslumbramientos frecuentes y más acusados de lo normal, lagrimeo, ojos rojos o disminución de la visión, estas personas deben acudir al óptico-optometrista para que un profesional cualificado pueda analizar la causa de la alteración de la visión".

"No podemos olvidar que el ojo es un órgano muy sufrido y hay que escucharlo porque puede presentar muchas anomalías", apunta. A partir de los 50 años, las personas son propensas a sufrir una serie de problemas de visión asociados a la edad, como son las cataratas, el glaucoma o la degeneración macular. Según la experta, "la mayor parte de los usuarios que sufre estas limitaciones no sabe que existen terapias visuales y entrenamientos que pueden disminuir sus efectos. Con ellos podemos recuperar las funciones que había perdido y las tareas que ya no podía hacer".

Decir nuestro nombre y tocar al paciente antes de hablarle para facilitar nuestra identificación, describir el lugar donde se encuentra para que se oriente mejor, localizar los objetos haciendo alusión a su ubicación respecto a las horas marcadas por las agujas del reloj o colocar platos claros sobre manteles oscuros para facilitar la identificación del alimento son algunos de los consejos que ofrece esta experta. "Tenemos que ayudarle con estos trucos para conseguir que su calidad de vida no se altere".

Y es que, según el CNOOA, la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), en concreto, afecta actualmente a uno de cada 50 personas de una edad comprendida entre los 52 y 64 años, uno de cada diez de entre 65 y 74 años y uno de cada tres de más de 75 años, convirtiéndose en la segunda causa de ceguera en los países desarrollados, por detrás de la diabetes.

En este sentido, advierten que las personas mayores de 65 años deben revisar su visión al menos una vez al año, ya que el propio envejecimiento natural del ojo puede dar lugar a deficiencias que, si no se controlan, pueden terminar convirtiéndose en ceguera.

La DMAE es una enfermedad ocular degenerativa que afecta a la mácula "la zona central de la retina en la parte posterior del ojo- que es responsable de la visión central directa necesaria para actividades de la vida diaria como leer, identificar las caras de las personas, ver la hora, conducir, coser o marcar un número de teléfono.

INCIDENCIA

La DMAE húmeda -que representa alrededor de un 15% de los casos de DMAE- progresa rápidamente y es responsable de aproximadamente el 80% de la pérdida grave de visión asociada esta patología. Los síntomas pueden empezar a desarrollarse de una forma muy rápida y puede conllevar una importante pérdida de visión llegando a la ceguera.

La incidencia anual de la DMAE húmeda en la población mayor de 50 años en nuestro país es de unos 26.000 nuevos casos cada año, con una población total afectada de unas 350.000 personas. En Andalucía según Ildelfonso Fernández-Baca, jefe de Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Carlos Haya de Málaga "se estima que existen cerca de 10.000 casos, diagnosticándose de forma anual unos 6.500". Además más de la mitad de nuevos casos de DMAE no llegan nunca a la consulta del especialista en retina. Por lo que es importante también recordar que hay unos tres millones de españoles que están en riesgo de padecerla. Unas cifras que deben calar en la sociedad para que en un futuro podamos hablar de una disminución en la incidencia gracias al conocimiento por parte de la población de patologías como esta.

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