miércoles, 23 de noviembre de 2011

Urdaci suelta lastre

El periodista ha adelgazado 28 kilos con la dieta Dukan. Pregona las bondades de su jefe, El Pocero, de quien escribe una biografía y piensa el momento adecuado para publicar la interrumpida sobre Letizia Ortiz
LAEDICION.NET.-DANIELLA MONTENEGRO.-Ha dado un giro radical a su vida. De 180 grados y 28 kilos. Los primeros son laborales, desde que en 2009 abandonara los platós para convertirse en portavoz del polémico constructor Francisco Hernández, 'El Pocero'. Los kilos son los que han encogido sus carnes en un año por obra y gracia de la dieta Dukan, esa que pusieron de moda los famosos y que él se jacta de ser uno de los primeros que la han probado en España-. A fuerza de proteínas y deporte, que siempre abominó en favor de la lectura, el periodista Alfredo Urdaci (Pamplona, 1959) se ha plantado en 82 kilitos para una estatura de 1,78 metros. Las fotos no mienten.
La vida no le ha ido nada mal desde que desapareciera de la pequeña pantalla de La 1 donde presentaba la segunda edición del telediario, a la vez que dirigía los servicios informativos de TVE. Después, se sucedieron las intervenciones en 'La Noria', 'El club de la comedia', o en su programa de Onda 6, ahora La 10, del grupo Vocento.
Cuenta el controvertido periodista con detractores y defensores y con gente para animarle o para increparle, sobre todo cuando les viene a la retina aquel 'ce, ce, o, o' pronunciado durante la lectura de una rectificación, obligada por fallo judicial, sobre la información dada por TVE en la huelga general del 20-J de 2003. Un día que, reconoce, fue uno de los más aciagos de su trayectoria profesional. Comisiones Obreras jamás le perdonará el desprecio. Él tampoco. «Aquel pacto que hubo entre la dirección y el sindicato para..., aquello fue un cambalache inaceptable. Pero una vez firmado, uno da la cara y punto. Y lo hace a su manera». No por eso aprueba el alarde que Ana Pastor hizo en defensa de la libertad de expresión frente a María Dolores de Cospedal. «Con Ana no me he metido, protesté porque se dijera que ahora hay libertad y antes no. Yo fui muy atacado en mis dos últimos años en TVE, pero jamás utilicé el micrófono para defenderme. A mí eso me chirría. Los partidos tienen su propia estrategia, te pegan o te acarician en función de su propio interés».
La cobertura de los atentados del 11-M y la victoria del PSOE le dieron en 2004 la estocada definitiva. Defenestrado y amargado, optó por largarse. En verano de ese año, el Camino de Santiago le sirvió de catarsis. Mientras pedaleaba la rabia se le iba por los poros y la que le quedó la vomitó en 'Días de furia', un libro seguido de otros sobre los entresijos del Vaticano.
Urdaci añora Roma. Se enamoró de ella en los dos años que estuvo como corresponsal de RNE. Por volver, sería capaz hasta de «barrer las calles». Como los caminos del Señor son inescrutables, es preferible pisar tierra que, aunque no sea santa, es firme. En eso su jefe, El Pocero, es un experto, además de en pleitos con Hacienda y las administraciones públicas. Cautivado por el personaje, el comunicador se emplea a fondo en predicar las bondades de su patrono.
Ese dineral bien vale una dedicación exclusiva, compatible solo con conferencias, charlas o presentaciones de libros. No tiene prisa en dar otro giro. Está empezando a hilar la biografía de Francisco Hernando, para la que ya tiene título: 'Mi atrevida', que juega con las palabras atrevido y vida para hacer justicia a su jefe. Y otra en ciernes, la de su excompañera Leticia Ortiz. En un cajón de su chalé de Aravaca (es vecino de Rajoy) guarda bajo llave 90 páginas de lo que en un futuro será la biografía de la Princesa de Asturias. Con ofertas de varias editoriales, la cosa no cuajó, aunque desmiente que su antigua colega le disuadiera. «Esas cosas en este mundo ya no caben. No somos súbditos».

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