LAEDICION.NET.-:/ Redacción.-Ocho ex directivos iban a ser juzgados
en la Audiencia Nacional en noviembre por la quiebra de la compañía en 2001 Los
trabajadores de Sintel llegaron ayer a un acuerdo extrajudicial con MasTec, la
propietaria de la firma, para recibir 35 millones de euros de compensación por
los daños que les causó la quiebra en el año 2001, a cambio de retirar la
acusación contra los responsables de la compañía y renunciar a acciones
civiles.
A la espera de la decisión que adopte la Fiscalía Anticorrupción, el pacto podría evitar en principio la celebración del juicio oral por la quiebra de Sintel, que estaba previsto que comenzara en noviembre en la Audiencia Nacional, con ocho acusados sentados en el banquillo y peticiones de indemnización de hasta 296,5 millones de euros.
El presidente de la asociación de ex trabajadores de Sintel, Adolfo Jiménez, informó a Efe que los antiguos empleados "se dan por satisfechos" con el pacto alcanzado con MasTec y sus cuatro responsables, que se tiene que hacer efectivo antes del 4 de noviembre, coincidiendo con la fecha de inicio del juicio oral. Así, aunque el pacto ha sido firmado con la multinacional, sus propietarios (Jorge y Juan Carlos Mas Santos) y dos de sus directivos (Joel Tomas Citron y José Miguel Sariego), los empleados retirarán también la acusación contra los responsables de Sintel con los que no han negociado por su escasa capacidad económica (Ricardo Campos, Antonio Casanova, Alfredo Flórez y Pedro José Novela).
Los 35 millones de euros que abonará la multinacional MasTec cubrirán la indemnización por despido, el plan de pensiones y parte de los daños y perjuicios causados a los cerca de 1.800 empleados que se quedaron sin trabajo con la quiebra de Sintel, que fue declarada en suspensión de pagos en 2001 con un déficit de 59,3 millones de euros.
Los empleados han propuesto a la Fiscalía Anticorrupción una fórmula de reparto que diferencie la compensación para los 470 trabajadores que se pudieron prejubilar y tuvieron una "continuidad de rentas" y aquellos que se quedaron en paro y sufrieron mayores penurias económicas.
Telefónica vendió Sintel en abril de 1996 a la empresa MasTec Incorporated, propiedad de la familia Mas, a través de su filial MasTec International. Desde ese momento, los responsables de la compañía fueron "descapitalizando" Sintel a través de varias sociedades, algunas de las cuales se cree que están en paraísos fiscales, dejando tras de sí a 1.788 acreedores y a 1.828 trabajadores afectados.
A la espera de la decisión que adopte la Fiscalía Anticorrupción, el pacto podría evitar en principio la celebración del juicio oral por la quiebra de Sintel, que estaba previsto que comenzara en noviembre en la Audiencia Nacional, con ocho acusados sentados en el banquillo y peticiones de indemnización de hasta 296,5 millones de euros.
El presidente de la asociación de ex trabajadores de Sintel, Adolfo Jiménez, informó a Efe que los antiguos empleados "se dan por satisfechos" con el pacto alcanzado con MasTec y sus cuatro responsables, que se tiene que hacer efectivo antes del 4 de noviembre, coincidiendo con la fecha de inicio del juicio oral. Así, aunque el pacto ha sido firmado con la multinacional, sus propietarios (Jorge y Juan Carlos Mas Santos) y dos de sus directivos (Joel Tomas Citron y José Miguel Sariego), los empleados retirarán también la acusación contra los responsables de Sintel con los que no han negociado por su escasa capacidad económica (Ricardo Campos, Antonio Casanova, Alfredo Flórez y Pedro José Novela).
Los 35 millones de euros que abonará la multinacional MasTec cubrirán la indemnización por despido, el plan de pensiones y parte de los daños y perjuicios causados a los cerca de 1.800 empleados que se quedaron sin trabajo con la quiebra de Sintel, que fue declarada en suspensión de pagos en 2001 con un déficit de 59,3 millones de euros.
Los empleados han propuesto a la Fiscalía Anticorrupción una fórmula de reparto que diferencie la compensación para los 470 trabajadores que se pudieron prejubilar y tuvieron una "continuidad de rentas" y aquellos que se quedaron en paro y sufrieron mayores penurias económicas.
Telefónica vendió Sintel en abril de 1996 a la empresa MasTec Incorporated, propiedad de la familia Mas, a través de su filial MasTec International. Desde ese momento, los responsables de la compañía fueron "descapitalizando" Sintel a través de varias sociedades, algunas de las cuales se cree que están en paraísos fiscales, dejando tras de sí a 1.788 acreedores y a 1.828 trabajadores afectados.
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