La exportación absorbe el 69,5% del total comercializado en
la campaña 2011-2012, porcentaje récord, según el informe de Cajamar · La
producción crece un 5,6% y roza los tres millones de toneladas, con un valor en
origen de 1.413 millones (+6,1%)
LAEDICION.NET.-:/ Redacción.-El campo almeriense muestra, una vez
más, su esplendor y fortaleza. Pilar estratégico de la economía provincial, por
su contribución a la generación de Producto Interior Bruto y por su efecto
amortiguador de la crisis debido a su impulso en la generación de empleo, sus
características son posibles gracias a que el sector hace los deberes cada año
en el mercado exterior.
En la última campaña hortofrutícola, Almería exportó el 69,5% del total de su volumen de producción al extranjero, un porcentaje histórico nunca logrado hasta ahora, que le ha servido para compensar la debilidad de la demanda interna, asfixiada por la crisis.
Estos datos se conocieron ayer, en la presentación del monográfico 'Análisis de la campaña hortofrutícola de Almería 2011-2012', elaborado por la Fundación Cajamar. En un acto celebrado en el Salón de Actos del Centro de Cultura de Cajamar, en el edificio de Las Mariposas, abarrotado con alrededor de 300 personas pertenecientes al sector agrícola almeriense, la cooperativa de crédito mostró las fortalezas y debilidades del modelo hortícola, a través de su ya histórico informe de campaña (decimotercera edición). La puesta de largo corrió a cargo del presidente de honor de Cajamar, Juan del Águila, el director del Servicio Técnico Agroalimentario y Cooperativo de Cajamar, Roberto García, y el director del Servicio de Estudios del Servicio TécnicoAgroalimentario y Cooperativo, David Uclés.
Un año después del varapalo de la crisis del E. coli, que supuso el cierre del curso agrícola con más de un mes de anticipación, el campo almeriense ha sabido sobreponerse y demostrar que sus frutas y hortalizas gozan de una calidad y seguridad alimentaria que los mercados internacionales han sabido respaldar y reconocer, como muestran los datos.
La producción creció un 5,6% hasta rozar los tres millones de toneladas, en concreto, 2,97 millones de toneladas, mientras que el valor en origen ascendió a algo más de 1.413 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 6,1%. Datos que ponen de manifiesto la buena salud del sector hortofrutícola almeriense, que se ha apoyado, principalmente, en el tomate y el pimiento para lograr estos resultados.
El valor total de las exportaciones de productos hortofrutícolas ha aumentado un 9,2% en la campaña 2011-2012 respecto a la anterior, con un total de 1.714 millones de euros. El tomate ha absorbido 469,3 millones de euros en ventas y el pimiento ha arrojado 421,7 millones. Alemania sigue tirando del carro de las compras, aumentando un 15,6% respecto al año anterior. Francia y Reino Unido también crecieron, con un auge del 5,3% y del 8,7%, respectivamente.
La superficie invernada este año es de 29.991 hectáreas, rompiendo la tendencia a la baja que se arrastraba desde 2006. Con los diversos ciclos, la provincia ha cultivado 46.140 hectáreas, un 3,4% más que el ejercicio anterior.
Han crecido en superficie la judía verde y el melón, rompiendo la tendencia de años anteriores. El tomate sigue siendo la estrella del campo almeriense, aunque anota un retroceso del 5,7%, seguido por el pimiento. El avance del 87,8% de la judía verde se explica, según los analistas de Cajamar, porque los agricultores han apostado por este cultivo, relativamente sencillo y cuya mano de obra se ha internalizado hacia los componentes de la familia dueña de la explotación, que son remunerados vía beneficios y no con salarios, lo que reduce los costes.
Aunque el tomate ha reducido su producción, el mercado exterior ha aumentado las compras de este producto en un 7,2% en peso y en un 11,5% en valor, mejorando el precio medio del curso pasado. Sólo el melón y la sandía sufrieror caídas en su valor en el exterior, con un 17,8 y un 21,3%, respectivamente.
Destaca la contención de costes que emprendió el sector agrícola hace unos años, aunque sigue sin ser suficiente para compensar el continuo descenso de ingresos por hectárea. El conjunto de los gastos se incrementó sólo un 0,4%, con semillas y plantones como elementos más inflacionarios. Por el contrario, se ha abaratado el gasto del control fitosanitario en un 4,7%, motivado por el descenso de precios de la fauna auxiliar. La mano de obra sigue siendo el componente más voluminoso del coste total, aunque sólo ha crecido un 0,9%. En total, cultivar una hectárea cuesta 56.648 euros, de los que 22.744 corresponden a mano de obra.
Analizando las últimas diez campañas, el precio medio entre 2003 y 2012 se sitúa en 0,5 euros el kilo, mientras que en la campaña 2011-2012, la cotización media fue de 0,52 euros el kilo, lo que significa que está estancado. El valor ha crecido un 5,7% este último año, comparado con la media de estos diez años.
En la última campaña hortofrutícola, Almería exportó el 69,5% del total de su volumen de producción al extranjero, un porcentaje histórico nunca logrado hasta ahora, que le ha servido para compensar la debilidad de la demanda interna, asfixiada por la crisis.
Estos datos se conocieron ayer, en la presentación del monográfico 'Análisis de la campaña hortofrutícola de Almería 2011-2012', elaborado por la Fundación Cajamar. En un acto celebrado en el Salón de Actos del Centro de Cultura de Cajamar, en el edificio de Las Mariposas, abarrotado con alrededor de 300 personas pertenecientes al sector agrícola almeriense, la cooperativa de crédito mostró las fortalezas y debilidades del modelo hortícola, a través de su ya histórico informe de campaña (decimotercera edición). La puesta de largo corrió a cargo del presidente de honor de Cajamar, Juan del Águila, el director del Servicio Técnico Agroalimentario y Cooperativo de Cajamar, Roberto García, y el director del Servicio de Estudios del Servicio TécnicoAgroalimentario y Cooperativo, David Uclés.
Un año después del varapalo de la crisis del E. coli, que supuso el cierre del curso agrícola con más de un mes de anticipación, el campo almeriense ha sabido sobreponerse y demostrar que sus frutas y hortalizas gozan de una calidad y seguridad alimentaria que los mercados internacionales han sabido respaldar y reconocer, como muestran los datos.
La producción creció un 5,6% hasta rozar los tres millones de toneladas, en concreto, 2,97 millones de toneladas, mientras que el valor en origen ascendió a algo más de 1.413 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 6,1%. Datos que ponen de manifiesto la buena salud del sector hortofrutícola almeriense, que se ha apoyado, principalmente, en el tomate y el pimiento para lograr estos resultados.
El valor total de las exportaciones de productos hortofrutícolas ha aumentado un 9,2% en la campaña 2011-2012 respecto a la anterior, con un total de 1.714 millones de euros. El tomate ha absorbido 469,3 millones de euros en ventas y el pimiento ha arrojado 421,7 millones. Alemania sigue tirando del carro de las compras, aumentando un 15,6% respecto al año anterior. Francia y Reino Unido también crecieron, con un auge del 5,3% y del 8,7%, respectivamente.
La superficie invernada este año es de 29.991 hectáreas, rompiendo la tendencia a la baja que se arrastraba desde 2006. Con los diversos ciclos, la provincia ha cultivado 46.140 hectáreas, un 3,4% más que el ejercicio anterior.
Han crecido en superficie la judía verde y el melón, rompiendo la tendencia de años anteriores. El tomate sigue siendo la estrella del campo almeriense, aunque anota un retroceso del 5,7%, seguido por el pimiento. El avance del 87,8% de la judía verde se explica, según los analistas de Cajamar, porque los agricultores han apostado por este cultivo, relativamente sencillo y cuya mano de obra se ha internalizado hacia los componentes de la familia dueña de la explotación, que son remunerados vía beneficios y no con salarios, lo que reduce los costes.
Aunque el tomate ha reducido su producción, el mercado exterior ha aumentado las compras de este producto en un 7,2% en peso y en un 11,5% en valor, mejorando el precio medio del curso pasado. Sólo el melón y la sandía sufrieror caídas en su valor en el exterior, con un 17,8 y un 21,3%, respectivamente.
Destaca la contención de costes que emprendió el sector agrícola hace unos años, aunque sigue sin ser suficiente para compensar el continuo descenso de ingresos por hectárea. El conjunto de los gastos se incrementó sólo un 0,4%, con semillas y plantones como elementos más inflacionarios. Por el contrario, se ha abaratado el gasto del control fitosanitario en un 4,7%, motivado por el descenso de precios de la fauna auxiliar. La mano de obra sigue siendo el componente más voluminoso del coste total, aunque sólo ha crecido un 0,9%. En total, cultivar una hectárea cuesta 56.648 euros, de los que 22.744 corresponden a mano de obra.
Analizando las últimas diez campañas, el precio medio entre 2003 y 2012 se sitúa en 0,5 euros el kilo, mientras que en la campaña 2011-2012, la cotización media fue de 0,52 euros el kilo, lo que significa que está estancado. El valor ha crecido un 5,7% este último año, comparado con la media de estos diez años.
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