La elección de la nueva junta directiva tras la dimisión de su presidenta se convirtió en un conflicto que acabó en denuncia
LAEDICION.NET.-La Asociación de Amas de Casa Virgen
del Carmen de El Ejido ha protagonizado el episodio más
esperpéntico en sus cerca de 40 años de vida. La
asamblea convocada para este martes por la tarde al objeto de elegir a la nueva
junta directiva tras las dimisiones de la actual presidenta, Aurelia Gordillo,
y del gerente de su guardería que gestiona el colectivo, Manuel Izquierdo -hijo
de la dirigente-, acabó en la Jefatura de la Policía Local.
A mediados del pasado mes de marzo la presidenta remitió una carta a
las socias en la que les convocaba a una asamblea para el 8 de abril para dar
cuenta tanto de su dimisión como de la de su hijo y la celebración de
elecciones para designar a la nueva junta directiva. Al parecer, en las últimas
fechas tanto Gordillo como su hijo habían sido increpados por algunas de las
integrantes del colectivo por su mala gestión y falta de transparencia y ello
fue lo que les llevó a presentar sus renuncias.
Al llegar a la sede de la asociación las mujeres se
percataron de la presencia de dos vigilantes de seguridad, algo
atípico pues era la primera vez en su historia que eso ocurría. Además, se
conocía que la lista alternativa a la encabezada por la administrativa
del colectivo, ligada a la presidenta y su hijo, era invalidada,
y en la puerta había dos autobuses ocupados por más de un
centenar de mujeres procedentes del municipio vecino de Berja.
Al parecer, éstas eran nuevas socias que se habían registrado en
fechas recientes, pero este hecho era desconocido por la secretaria de la
asociación que desde el 26 de marzo no tenía constancia del paradero
del libro donde se recogen las altas y bajas de miembros.
El documento estaba en poder de Aurelia Gordillo, quien tras las quejas de la
secretaria se lo entregó.
En el mismo se reflejaba que a comienzos de marzo había 848
socias y que un mes después se había producido un incremento
de unos cien nuevos miembros, que coinciden con las personas que
habían llegado en los autobuses.
Tras
arrancar la votación, todas las nuevas socias apoyaron a la única lista
y esto hizo que, ante la sospecha de que se hubiera producido un fraude,
la secretaria anunciara su intención de acudir a la Comisaría de la Policía
Nacional para denunciar el secuestro del libro de socias y su
posterior manipulación. Además, el notario que estaba presente
en la votación para dar fe de la misma, llamado por la presidenta saliente, se
negó a levantar acta ante las más que evidentes irregularidades
existentes en el proceso
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