interceptan cerca de 90.000 euros falsos entre álbumes de fotografías

Las cinco detenciones vinculadas se han producido en Almería y Madrid
La Policía Nacional ha intervenido más de 90.000 euros en billetes falsos ocultos en camisas y en un álbum de fotos que habían sido introducidos en España desde Italia por carretera y por vía aérea.

La operación realizada de forma conjunta por la Policía Nacional y la Guardia Civil se ha saldado con la detención de cinco personas en Madrid y en Almería, tras varios meses de investigaciones. Así, la operación se inició en octubre de 2008, cuando la Policía relacionó una partida de billetes falsificados de 20 y de 50 euros con un grupo de personas que actuaban en la capital de España y en municipios próximos y a los que se puso bajo vigilancia.

Se comprobó que los miembros de la red viajaban con frecuencia a Nápoles, donde adquirían distintas cantidades de billetes falsos de diversos valores, sobre todo de 20 y de 50 euros.

Los billetes eran introducidos ocultos en el interior de álbumes de fotos, con pequeños fajos metidos detrás de cada fotografía, o en prendas de ropa nueva con su correspondiente envoltorio.

La intervención de los 90.000 euros falsificados se ha producido en la última fase de la operación policial que se ha sucedido durante cerca de diez meses de investigaciones, a la que en meses anteriores habían precedido otras dos en las que la Policía se había incautado de otros 170.000 euros en billetes falsos, que han dejado de ponerse en el mercado.

Por su parte, los comerciantes de la Feria de Almería han comenzado a realizar cursos intensivos para detectar billetes falsificados entre sus empleados.

Así lo explica uno de los propietarios de un establecimiento después de que en los últimos días hayan visto devuelto por los bancos cerca de 3.000 euros en las casetas y hasta los 400 en el caso de hamburgueserías.

A la crisis se suma así la sorpresa de que las entidades financieras detecten como inválidos muchos billetes que sí pasaban por los controles de las lámparas lumínicas situadas en cada una de las cajas registradoras. Los comerciantes se sentían así impotentes al sentirse intermediarios a la hora de blanquear dinero para algunos estafadores.