La hipnosis de Matamoros

Tras casi dos semanas acaparando la atención, Kiko Matamoros fue la estrella del último Sálvame Deluxe. Si el colaborador del espacio andaba en la picota por ser el topo de Aída Nizar y se había enfrentado a sus compañeros, su situación no fue a mejor tras el fallecimiento de su padre y un empeoramiento del glaucoma que padece. Así y todo, Matamoros optó por acceder a ser hipnotizado y bajo tales efectos contó algunas cosas.

Daniella Montenegro.-LAEDICION.NET.-Quizá la más fuerte fue la relacionada con su enfermedad. Matamoros señaló que ha perdido la visión en el ojo derecho y en el izquierdo ha empeorado. Él mismo explicó que le quedaban, más o menos, ocho años antes de quedarse ciego. "No quiero ser una carga para nadie, mi mujer es muy joven para hipotecar su vida", señaló sobre su esposa, Makoke.

Precisamente sobre Makoke reconoció que podía haber sido la fuente de algunas de las informaciones contadas por ella en el programa de Telecinco Enemigos íntimos, donde colabora, dentro del enredo sobre el presunto topo de Nizar en Salvame.

No acabó ahí la cosa, pues además de calificar al resto de sus compañeros -las críticas más duras fueron para Luis Rollán y Víctor Sandoval- hizo referencia a su hermano Coto, con el que la relación es inexistente tras varias disputas: "Me gustaría ayudarle si me lo pidiera y me diera motivos para perdonarle".

Y tampoco faltó algún detalle morboso, como cuando narró cómo siendo más jóvenes, Lydia Lozano y él habían ido a casa de los padres de ella con una amiga de ella para masturbarle juntas. A la colaboradora del programa no le hizo especial gracia la anécdota.

Por otra parte, la superviviente Tatiana Delgado también estuvo presente en el plató y contó un intento de suicidio suyo a los 12 años de edad. Delgado explicó que había frecuentado malas compañías entonces, que intentaron abusar de ella y al no poder lo hicieron con una amiga suya.