El cáncer de piel sigue creciendo, aunque se reduce su mortalidad

LAEDICION.NET.-:/ Redacción.- Especialistas en Dermatología insisten en la importancia de la prevención y la detección precoz • El diagnóstico temprano consigue casi un 100% de curaciones, pero cuando es tardío apenas llega al 1%. En pocos cánceres como el melanoma -el tumor de piel más agresivo- avalan las estadísticas la trascendencia de la prevención y la detección precoz. Si se diagnostica en sus fases iniciales, las tasas de curación rozan el 100%; si lo es en estadios avanzados, ese índice apenas llega al 1%. Es el telón de fondo que enmarca la Campaña del Cáncer de Piel 2012 de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), que insiste un año más en la importancia de conocer los factores de riesgo y los signos de alerta para evitar que el melanoma aparezca y, si lo hace, para atajarlo pronto y frenar en seco su desarrollo con los tratamientos disponibles.

Para prevenir y detectar precozmente el cáncer de piel es clave la concienciación de la población. De ahí la insistencia de la AEDV, con su presidente José Carlos Moreno y el coordinador de la campaña Julián Conejo-Mir al frente, en aconsejar un 'autotest' dermatológico en busca de posibles signos de peligro. Lo ideal es que se realice cada mes, y debería ser exhaustivo al menos una vez al año, a ser posible al acabar el verano.

Ese autoexamen de la piel debería fijar su atención en las 'pistas' señaladas por los especialistas, que hablan de una 'regla ABCDE' para identificar los lunares (cada persona suele tener 30-40 'inofensivos') que puedan suponer un riesgo para la salud: asimetría de las manchas, bordes irregulares, colores diversos, diámetro mayor de 4-6 milímetros y evolución rápida de los cambios. Cuando todos esos signos se dan en una persona, debe acudir al especialista para que revise esas sospechas y salga de dudas con una prueba sencilla conocida como dermatoscopia.

Un lunar que cambia y que crece mucho y rápido, o un lunar que se ha oscurecido hasta adquirir un color negruzco, o una mancha que pica y sangra, o que parece una herida pero no cicatriza... Son signos que aconsejan una visita a la consulta especializada, y más aún más si se pertenece a algún grupo de riesgo, como la gente de piel clara, con antecedentes familiares de casos de melanoma, con un 'historial dermatológico' de largas exposiciones al sol -por trabajos o deportes al aire libre- y de quemaduras en la niñez o la adolescencia.

Sabiendo todo eso, remarcan los especialistas, nadie debería morir de cáncer de piel. Pero la realidad es que el melanoma todavía se cobra casi una vida por hora -exactamente cada 62 minutos-, y ello a pesar del descenso de su mortalidad global, que hace 70 años era del 80% y ahora cae por debajo del 15%. Es una prueba de la eficacia de las campañas de detección precoz, que permiten tratar el melanoma a tiempo para su curación.

La 'otra cara' es la todavía insuficiente prevención, que explica el aumento del cáncer de piel en todo el mundo. Como recuerda la AEDV, en las últimas tres décadas ha habido más casos que la suma de tumores tan frecuentes como los de mama, próstata, pulmón y colon. España no es una excepción, y el melanoma crece a un ritmo del 7% anual. Pero también hay signos de esperanza sobre la creciente sensibilización ciudadana. De hecho, las consultas en Internet sobre cáncer de piel ocupan el tercer lugar entre las relacionadas con tumores, lo que confirma el interés por ese problema de salud.

También en clave preventiva, se vislumbran importantes avances en cuanto a fotoprotectores, que en el futuro serán de tipo biológico y podrán bloquear los rayos a la vez que reparan el daño molecular en la piel.