lunes, 3 de diciembre de 2012

claves para convertirse en el perfecto anfitrión



¿Cómo ha de ser la ubicación de los invitados?, ¿de qué manera colocaremos la cubertería en la mesa?, ¿cómo la decoraremos?..

Si el otro día te contábamos algunos errores ‘imperdonables’   que un invitado debe evitar a toda costa durante una cena formal, hoy nos centramos en el papel del anfitrión.
Y es que durante las distintas comidas y cenas navideñas muchas son las personas que se tienen que encargar de organizar la velada en su propio domicilio. ¿Cómo no ‘morir’ en el intento? La firma de helados Magnum se ha unido con la ‘Escuela Internacional de Protocolo de Madrid’ para ofrecernos los siguientes consejos:


RECIBIMIENTO DE LOS INVITADOS

Con el objetivo de esperar a que lleguen todos los comensales, y para romper el hielo, lo mejor es servir un aperitivo corto y que no quite el hambre. Los invitados permanecerán de pie para permitir la llegada de todos los comensales y disimular la de los más impuntuales. Este ambiente distendido es el que facilitará las presentaciones a los nuevos miembros de la familia y el inicio de la conversación.

El anfitrión siempre hará el recibimiento de los invitados en la entrada de la casa; luego el aperitivo se llevará a cabo en un espacio que reservemos dentro del salón-comedor pero nunca sentados en la mesa.

La etiqueta del anfitrión siempre tiene que ser la misma que la que él pida a sus invitados, dependerá de la tesitura de la cena. La única norma es ir elegante: aunque sea de carácter informal, no hay que olvidar que estamos en una fiesta.

UBICACIÓN DE LOS COMENSALES

Situaremos a los anfitriones en el centro o en las cabeceras de la mesa, dependiendo de lo cerca que queden estos sitios del acceso a la cocina, para facilitarles el trabajo. Al resto deberíamos colocarlos procurando generar un ambiente uniforme y evitar posibles incompatibilidades.

Ubicar a personas afines juntas siempre da buen resultado; es buena idea alternar a las personas según su sexo para evitar que se sienten todos los hombres en un bando y las mujeres en otro. Es aconsejable que las parejas se sienten separadas para que queden más integradas.

Por otro lado, si alguno de los asistentes no conoce al resto, le haremos sentarse en un lugar donde pueda interactuar con todo el mundo. En los extremos de la mesa, se sentarán los habitantes de la casa o los más jóvenes. Es preferible habilitar otra mesa para los niños y que coman en otro momento.

LA MESA: CADA COSA EN SU SITIO

El primer impacto visual que recibe el invitado al llegar es la forma en la que está colocada la mesa. La norma fundamental es que guarde una relación de proporcionalidad con el número de comensales, teniendo en cuenta que cada uno necesita como mínimo 70 cm y como máximo 100 cm. Además, es aconsejable poner una mesa de apoyo para no sobrecargar la mesa principal. Otros aspectos a tener en cuenta:

Mantelería: el mantel debe ser de tejidos naturales y de colores claros. Un truco para aportar calidez y comodidad a la mesa es usar el muletón, el paño de algodón grueso que se pone debajo del mantel. La servilleta debe estar doblada sencillamente y colocada sobre la mesa. Aunque estemos habituados a verlo en restaurantes, es un error tanto ponerla dentro de las copas como usarla como elemento decorativo.

Vajilla: la vajilla adecuada es la que se ajusta al menú que vamos a degustar. Es recomendable el uso de una vajilla que dé color a la mesa siempre que sea con prudencia, decantándose por colores lisos o estampados acordes con la situación.

Cristalería: sólo se ponen las copas necesarias para el vino que se vaya a servir, además de la de agua que siempre tiene que estar. Las copas de cava o licores complementarios se sacarán sólo cuando se sirvan, nunca desde el principio.

Cubertería: las piezas de la cubertería se colocan de fuera hacia dentro en el orden en el que se vayan a utilizar y en el sitio donde está la mano con la que las vamos a usar.

Elementos decorativos: la mesa navideña admite muchos elementos decorativos, siempre y cuando éstos no entorpezcan la visión entre comensales. Se recomiendan centros de flores naturales o secas y que no sean excesivamente olorosas o de frutos secos. Las velas se usarán solo en las cenas y siempre encendidas, descartando las aromáticas.

LA SOBREMESA

En las fiestas navideñas la sobremesa toma un papel relevante ya que es, normalmente, el momento más distendido de la velada. Lo ideal es que la sobremesa dure entre media hora y una hora y media como mucho, pero el anfitrión nunca debe marcar el final. Por noma general, en la sobremesa se charla o se juega a algo. La televisión no se pone (el único momento en el que sí se permite es en el de las campanadas de fin de año).

Buenas maneras: ¿cómo usar correctamente la servilleta durante las comidas?

De qué manera se debe presentar en la mesa, qué usos son adecuados y cuáles no, qué debemos hacer con ella una vez hemos terminado de comer...

De algodón, de hilo, lisas, estampadas, más grandes, más pequeñas... pero todas ellas con una misma función: limpiarnos cualquier resto de comida o bebida que nos haya podido quedar en los labios mientras comemos. El uso de la servilleta se convierte en un gesto más que cotidiano pero, eso sí,  con sus propias normas básicas de protocolo (especialmente si se trata de una comida o cena un poco más formal). Éstas son algunas de las más importantes:
  • En cuanto a su presentación en la mesa, recordamos que la servilleta se puede colocar bien encima del plato o bien a los lados de éste pero nunca dentro de las copas.
  • La podemos plegar en forma rectangular o triangular (mejor olvidarse de los 'plegados artísticos') y si tiene algún bordado, poner éste hacia arriba.
  • Es preferible presentar las servilletas solas (el servilletero quedará reducido al ámbito más informal o familiar).
  • Cuando empecemos a comer debemos cogerla de la mesa, desplegarla suavemente y colocárnosla sobre las piernas.
  • Sólo la utilizaremos en los momentos debidos; es decir, antes y después de beber, ya que de esta manera evitamos que se ensucien las copas, y para limpiarnos de cualquier mancha o resto de comida. Nunca para limpiar una copa o un cubierto (y mucho menos, claro está, para secarse el sudor, sonarse la nariz, etc).
  • Nunca se coloca al cuello, como una babero. Esto solamente se permitirá en el caso de los niños.
  • Tras la comida, llega la otra gran duda: ¿qué hacemos con ella cuando hemos terminado? Mucha gente la dobla y la coloca a la derecha del plato, sin embargo esto puede inducir a error y hacer pensar que la servilleta no se ha usado durante toda la comida. Por eso, lo más correcto es cogerla y dejarla tal cual, es decir un poco arrugada, a la derecha del plato. Eso sí, deberemos fijarnos y colocarla por el lado que menos la hayamos ensuciado (también actuaremos así en caso de que durante la comida debamos hacer cualquier pausa que requiera nuestra ausencia de la mesa).
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  • La servilleta se presentará plegada en forma rectangular o triangular, evitando 'plegados artísiticos' y nunca en el interior de las copas o vasos. 

protocolo: el correcto uso del pan en la mesa

¿Cuál es su colocación respecto a los platos y copas?, ¿con qué se debe cortar?, ¿es apropiado untarlo en las salsas?.

Ya sea de trigo, avena, centeno o cualquier otro cereal, el pan es el alimento de origen vegetal más consumido en el mundo, habiéndose convertido en base de la alimentación en decenas de países y culturas. Algo nada casual: el pan es digestivo; favorece el tránsito intestinal (especialmente si es integral); es rico en hidratos de carbono, en sodio y en magnesio; tiene una cantidad aceptable de proteínas; es muy energético y, sobre todo, tienen multitud de posibilidades culinarias. Sin embargo, su uso más frecuente es como ‘acompañante’ de prácticamente todos los platos. De hecho, hay incluso quienes no ‘saben’ comer sin pan. Tan presente está en nuestras mesas que hasta cuenta con normas de protocolo propias. Te resumimos algunas de las más importantes:
  • El pan se coloca en la parte izquierda de nuestro plato, más o menos a la altura de las copas, sobre un platito auxiliar. Conviene que sea de una pieza.
  • Se trocea con los dedos, no con el cuchillo. Se irá troceando a medida que lo vamos comiendo. No resulta educado llevarse a la boca trozos de pan demasiado grandes. Por supuesto, jamás se tomará a mordiscos.
  • Tampoco es correcto toquetearlo o jugar con él (pellizcarlo, hacer migas...).
  • Aunque la salsa que nos han servido sea deliciosa es preferible evitar mojar el pan en ella. Sólo en caso de mucha confianza se pone un pedazo de pan en el tenedor y se unta discretamente. No resulta demasiado elegante dejar el plato totalmente limpio.
  • Si no queremos alguna parte del pan (una corteza muy tostada, la miga, etc) debemos separar esta parte y dejarla a un lado del platillo del pan, nunca encima de la mesa.
  • Con los postres no se tomará pan. Únicamente con los quesos y compotas muy almibaradas.
  • El pan que se ha mojado o ha empujado un alimento se debe comer, o al menos dejarlo a un lado del plato, pero nunca volverá a la mesa.

¿cómo servir correctamente el café?

El servicio de esta bebida también cuenta con sus normas propias de protocolo. Te resumimos algunas de las más importantes

Cuando tenemos que preparar una comida o cena un poco más formal de lo habitual enseguida nos sobrevienen, además de las preguntas relativas al menú que vamos a preparar, otras relacionadas con el protocolo a seguir: cómo poner la mesa de forma correcta, cómo decorarla, cómo servir los vinos... son algunas de las cuestiones a las que se deben sumar otras tal vez menos habituales pero no por ello menos importantes. Es el caso, por ejemplo, del servicio del café, una vez finalizada la comida. Y es que, para ser un anfitrión ‘diez’ es preciso cuidar todos los detalles de principio a fin. Estos son algunos consejos a tener en cuenta a la hora de servir el café a nuestros invitados:
  • El café se puede servir tanto en la mesa donde se ha comido como en otro lugar de la casa (cuarto de estar, etc).
  • Nunca olvides preguntar a tus invitados cómo prefieren el café, dándoles distintas posibilidades: solo, corto, largo... Asimismo, dispón en casa de infusiones como té, poleo o manzanilla para ofrecerlas como alternativa.
  • El café puede llevarse a la mesa en una bandeja en la que no debe faltar: una jarrita con el café recién hecho, leche caliente, leche fría, distintos tipos de azúcar (pinzas en caso de servir terrones), edulcorantes...
  • Lo ideal es que el café se sirva en tazas de porcelana, gres o barro, que son los materiales que mejor guardan el calor.
  • Las tazas vendrán apoyadas en su plato correspondiente, cuidando que la cucharilla esté al lado del asa y ésta, cerca de la mano derecha del comensal.
  • Es conveniente ofrecer unos dulces junto con el café. Inmediatamente después de éste, se servirán los licores.

 
 
 
 
 

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