REDACCIÓN.- Algunos verán en este Pleno «colmadas sus ansias de poder», pero «el voto ciudadano de Benidorm pondrá a cada uno en su sitio», ha dicho Manuel Pérez Fenoll antes de la votación de la moción de censura en su contra. Ha sentenciado que «ningún demócrata entiende lo que pasa hoy en el Ayuntamiento» del municipio alicantino
Vecinos de Benidorm llenan desde antes de las 11.00 horas el salón de actos habilitado por el Ayuntamiento de Benidorm para seguir por una pantalla la moción de censura, en la que a mediodía está previsto que los concejales dados de baja del PSOE y un tránsfuga del PP derroquen al alcalde, Manuel Pérez Fenoll (PP) y den entrada al socialista Agustín Navarro. Antes de entrar, el secretario local el PSOE, Rubén Martínez, ha dicho a la Prensa que son contrarios a la moción de censura usando el voto de tránsfugas, pero en este caso «es por el bien del pueblo», ha dicho.
Las doscientas butacas del salón de actos se han llenado, mientras unas mil personas se han agolpado en el hall del Ayuntamiento, junto al salón de plenos, escuchándose gritos y abucheos. Debido a que el ruido se colaba en la sala y no dejaba a la Mesa de Edad que preside la moción municipal continuar, se ha tenido que cerrar las puertas y proceder al a votación.
En el exterior del Ayuntamiento hay otro centenar de personas, aunque la mayoría son periodista e informadores debido a la expectación mediática que ha despertado la operación política. Como publica hoy ABC, todo el aparato del PSOE en la provincia de Alicante, con dirigentes locales y provinciales, han acudido para arropar a los ediles tránsfugas.
Los concejales -dados de baja en el PSOE, como ayer confirmó la secretaria de Organización Leire Pajín- que respaldarán la moción de censura para hacer alcalde a Agustín Navarro (incluido el tránsfuga popular José Bañuls) han llegado en torno a las 10.00 horas al edificio consistorial y se encuentran reunidos hasta el inicio del Pleno, después de haber estado recluidos durante las últimas horas en un hotel de Benidorm para evitar ser vistos. A las 11.55 horas han entrado en la sala los doce concejales socialistas y el tránsfuga, y tres minutos después, han accedido los doce ediles del PP. Entre ellos se encuentra Maite Iraola, madre de la propia secretaria federal Leire Pajín
La tensión se ha apoderado del Pleno, en un enconamiento entre la mesa y los portavoces de los partidos a cuenta del turno de intervención y también del orden de las mismas. Durante más de diez minutos de intercambio de increpaciones, ha tomado la palabra el candidato socialista a regir el municipio, Agustín Navarro, que ha empezado alegando que hoy «comienza una nueva etapa en Benidorm». Y ha rubricado que su primer compromiso si es elegido alcalde de Benidorm será «contar con todos, ciudadanía y políticos». Según Navarro, se va «a abrir la Casa Consistorial» para que opine toda la ciudadanía y compartan sus inquietudes, algo que hasta el momento no se producía, ha dicho.
Navarro ha dicho que renuncia a su acta de diputado provincial para «trabajar exclusivamente por Benidorm», y ha tildado de «honor ser el alcalde de su municipio natal». Con un «muchas gracias y buena suerte» ha completado su intervención.
Posteriormente, ha tomado la palabra Manuel Pérez Fenoll, que ha dicho que «hoy es un día triste para la democracia», y ha subrayado que «ningún demócrata entenderá la actitud y decisión que han tomado trec e ediles del Consistorio de Benidorm». El aún alcalde de Benidorm ha agradecido la labor de sus compañeros de gobierno y los ha nombrado uno por uno, por su «constancia, trabajo y esfuerzo». Un equipo del PP que «acaba hoy una etapa de gobierno que con sólo uno de sus muchos logros algunos hubiesen justificado toda una vida de dedicación», ha dicho el regidor popular. Algunos verán en este Pleno colmadas «sus ansias de poder», pero «el voto popular de Benidorm pondrá a cada uno en su sitio». Este pueblo para mí «no tiene precio», y como para mí -ha afirmado- «Benidorm está por encima de todo, le deseo, señor Navarro, mucha suerte», ha terminado Pérez Fenoll, desatando la ovación de sus compañeros en el Ayuntamiento.
Subida de impuestos, una de las causas para presentar la mociónEl portavoz socialista en el Consistorio ha tratado de justificar los motivos por los que su grupo adoptó la decidión de presentar una moción de censura, apoyándose en el concejal tránsfuga. Jaime Llinares ha culpado unilateralmente al todavía alcalde del PP de la presentación de la moción, responsabilizándolo del «caos y el desgobierno» en el que ha caído el municipio alicantino. Según Llinares, el «desgobierno de Benidorm ha consistido en no saber atender las demandas de los ciudadanos, a quienes ni recibe», ha acusado el portavoz socialista, y le ha recordado que subió impuestos como el IVI y la tasa de basuras, «causas por las que hoy estamos aquí», ha rubricado.
Llinares ha dicho que la «parálisis» de Benidorm y su equipo municipal ha llegado hasta los hospitales, la gestión del urbanismo y otras infraestructuras y servicios en el pueblo.
Un enfadado Antonio Pérez, portavoz popular en el Ayuntamiento de Benidorm, ha echado mano del Santoral para destacar que «en el Día de Santa Digna se ha producido el asalto a la la voluntad popular de Benidorm» por parte de los concejales del PSOE. Pérez ha criticado que en su intervención, el portavoz socialista se haya desligado del señor Bañuls, sin mentarlo siquiera cuando es el garante del boicot al alcalde.
«Benidorm, con el PP, ha sido capaz de prosperar y mejor en tan poco espacio de tiempo. Nadie que se reconozca demócrata puede justificar una moción como la que se presenta hoy», ha aseverado Pérez. Sin embargo, «los socialistas han pisoteado la voluntad del pueblo», ha sentenciado el portavoz popular. A juicio de los populares, Agustín Navarro ocupará desde hoy «un sillón indigno», el de la Alcaldía de Benidorm.
Pérez ha contrapuesto las camisas con las que el alcalde saliente y el entrante se pasean por las calles de Benidorm: «En la de Pérez Fenoll, pone "I love Benidorm", mientras que en la de Navarro pone "La ciudad no es para mí"». El portavoz popular ha acabado pidiendo «un minuto de silencio por la democracia, que ha muerto», segundos que no ha concedido Natalia Guijarro, secretaria de la Mesa de Edad, que ha dicho «no hay minuto porque la democracia no ha muerto».
La moción ha recibido los previsibles votos a favor de trece personas, mientras que los doce ediles del PP se han pronunciado en contra, dando el cetro municipal al socialista dado de baja en el partido Agustín Navarro, que ha ha prometido su cargo.
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